La marplatense que se quedó con la estatuilla que la erige como la mejor deportista argentina del año junto a Lionel Messi habló en Marca Deportiva Radio (FM 99.9) sobre el significado de alcanzar lo que ella misma definió como “un sueño”. Además agregó que “esto cambia muchas cosas para mí”.

Por Rodrigo Divito (@rodrigodivito)

El cierre del 2023 dejó una gran figura para Mar del Plata que se llevó casi todos los reconocimientos a nivel nacional: Belén Casetta. La atleta que ganara la medalla de oro en los 3.000 metros con obstáculos de los Juegos Panamericanos de Santiago, tuvo en esa inolvidable carrera, un reconocimiento a su talento para volver a competir luego de haber sido madre y lograr un hecho extraordinario.

En diálogo con Marca Deportiva Radio (FM 99.9); Belén reconoció que “fue un año increíble, no me lo esperaba, no estaba planificado volver a competencias de semejante nivel. Lo alcanzamos junto a mi hija y mi familia”, remarcó. Es que el valor de haber conformado una familia, parece haberla potenciado aún más y a límites que ni siquiera ella todavía conoce.

“La cabeza es otra, estoy disfrutando, le doy mucha más importancia a mi familia que al deporte, continúo entrenando, me siento muy bien y le inculco a mi hija la actividad física para que el día de mañana continúa con alguna actividad. Sino hará lo que quiera“, comentó.

La medalla de oro panamericana generó un sinfín de situaciones que no esperaba incluso alcanzar uno de los sueños que siempre tuvo: “ganar el Olimpia y que me convocaran al lado de Messi es algo que no me la veía venir. Siempre soñé de chica alcanzar el Olimpia de Oro pero se me hacía inalcanzable, siempre pensé que eran para otros deportes, el atletismo no. Soy la cuarta en la historia del Atletismo que gana la estatuilla”.

Sin embargo, el premio en si mismo no es el final de la historia, sino el inicio de un nuevo capítulo porque sus objetivos son altos en la previa de un año olímpico: “me cambia en muchas cosas, a la hora de buscar un sponsor o que me acompañen en la clasificación a los Juegos Olímpicos haciendo historia en los 3.000 metros con obstáculos. Uno siempre busca seguir creciendo. Es muy difícil conseguir apoyo a veces porque falta que se inculque el deporte en Argentina”.

El enorme mérito de Casetta, va más allá de seguir entrenando hasta último momento antes de dar a luz o de estar entrenando apenas poco tiempo después de haber sido mamá de Lina. Tiene que ver con lo que atraviesa un atleta en Sudamérica: “ahora en Europa mis compañeras están en temporada de Cross, de ahí a Pista Cubierta y después a Pista abierta, se mantienen motivadas. Ahora soy una corredora de pista, pero no tengo nada en Argentina hasta fines de mayo en Brasil”. Sabe entonces que tendrá mucho trabajo por delante para llegar a París 2024: “la marca olímpica tiene que ser récord sudamericano, no pudo conseguirlo acá, son dos segundos por lo que tengo que ir si o si a Estados Unidos donde se corre por debajo de 9.20. Sino en Europa cuando se habilite la pista al aire libre. Tengo que buscar alguna competencia, ir y volver”, agregó sabiendo que ya no puede hacer largas giras en el exterior como en otros tiempos.

Claro que durante la charla, era imposible no volver a ese sprint final de los 3.000 con obstáculos en Santiago de Chile donde logró escribir una de las páginas más importantes de su prolífica carrera: “realmente era esa la planificación, había visto el ranking y lo hablé con el entrenador, estaba 10ª con la marca que tenía, dije vamos atrás y rematamos a lo último, me tengo que ir administrando para que me quede resto. Veía que las de adelante se iban matando entre ellas, eso desgasta la energía, lo mío fue ir a buscar el tercer puesto, veía que estaba cómoda y cerca de la segunda por lo que fuí por ella. Así con la primera también”, relató con cierta naturalidad.

Sin embargo, había un factor más por superar: “cuando estoy por pasar a la primera, por dentro dije que no me remate porque ya me había ganado en varias ocasiones sobre la llegada. Vi que no tuvo reacción, dije ya está. Lo primero era llegar y buscar a Lina, me había ido hace como dos horas a hacer toda la preparación y desde entonces no la veía”, finalizó.

Una historia de superación constante, una carrera que parece no tener límites pero no como una epopeya de vida, sino como una demostración de la conjunción exacta de talento, trabajo y sacrificio para lograr un objetivo que incluso quizás ni siquiera estaba dentro de los planes al momento de la partida de la carrera; pero que Belén Casetta pudo ejecutar para convertirse en la mejor del año para el deporte argentino.