Caso Lario: para el abogado de la familia lo mataron y prendieron fuego el cuerpo
El abogado de la familia de Fernando Lario afirmó que conoce las respuestas a lo sucedido con la desaparición del arquitecto hace ya siete años. El letrado Julio Razona, en representación de los damnificados, narró que el caso fue un homicidio en ocasión de robo y que tienen identificados a los autores, que habrían matado a golpes a Lario y luego incineraron su cuerpo en un auto.
Para contar el caso, el abogado contó que, después de algunas demoras en el avance de la causa, el procurador general de la Corte bonaerense, Julio Conte Grand, designó dos instructores especiales para que colaboren con las tareas investigativas.
“Advertí que en la Fiscalía se extravió un video grabado la noche anterior a la desaparición de Lario, en el que se podía observar que fue abordado por dos sujetos cuando tomaba un café en las cercanías de la Facultad de Arquitectura. Este hecho, sumado a la declaración de una colega profesora del arquitecto que manifestó que al ingresar a la Facultad estaba muy alterado y nervioso, terminaron por confirmar que la identificación de esas dos personas era una prueba clave. Nunca se halló la grabación secuestrada dentro de Tribunales, pese a haber insistido reiteradamente en su búsqueda y de haber solicitado su copia por algún medio. La perdieron”, aseveró Razona.
En anteriores declaraciones leídas por el letrado, un testigo había manifestado oír a un joven internado en un centro de adicciones de Dolores aseverar que Lario no iba a aparecer nunca porque había sido asesinado y quemado su cuerpo. Siguiendo esa línea de investigación, localizaron a dicho testigo, alojado en la Unidad Penal 44 de Batán, para que narre los hechos.
“Contamos con el dato concreto que habría sido asesinado por sujetos, cuyos nombres me reservo por razones obvias, luego de interceptarlo en las cercanías de la facultad, asaltarlo, robarle sus pertenencias, llevaba en su morral dinero para pagar jornales y golpearlo hasta matarlo. Según narró el detenido, el cuerpo de Lario fue colocado en el automóvil gris, de dos puertas, en el que fue secuestrado, para luego prenderlo fuego en la zona interior del barrio Playa Serena”, afirmó el abogado.
Al menos ocho vehículos prendidos fuego y abandonados fueron localizados por Razona e instructores judiciales de la Procuración en la zona, así como “un desarmadero ilegal a cielo abierto en la zona, prácticamente impenetrable, para quien no reside en ella”. Por este motivo, solicitaron una inspección ocular que se habilitó en seis meses y cuando fue realizada, “casi todos los vehículos habían desaparecido, junto con el desarmadero “.
Luego que la defensa solicitara a la fiscalía que el testigo declare, el fiscal de la causa le imputó el hecho. El testigo señaló a los autores y meses después logró ser sobreseído. Mientras tanto, los defensores continuaron su trabajo con otra línea investigativa, paralela a la anterior.
“Atento a que los registros telefónicos del día de la desaparición no surgían datos útiles, decidimos remontarnos a meses para atrás. Así tomamos conocimiento que el arquitecto Lario había refaccionado la casa de una pareja en el barrio Los Acantilados y que había tenido un entredicho muy fuerte con dos peones de albañil, que habrían hurtado bienes de la vivienda a refaccionar. Las propietarias declararon ese hecho, pudimos identificar el día y hora del mismo y como Lario los llamó por teléfono para que se presente en la obra, pudimos identificarlos”, narró Razona.
Estos sujetos “son los mismos que identificó el testigo colaborador” como “autores del homicidio”. Desde entonces, fines de 2018, “hemos pedido al Fiscal impute el hecho a estos sujetos y ordene su inmediata detención” dijo Razona, pero “el tiempo pasa y aun no se ha expedido el responsable de la investigación”.