Caso Rocío: el dueño de la casa, relacionado con la venta de drogas, sigue prófugo
El hombre de 56 años es el único implicado hasta el momento en la causa. La mujer, de 27 años, había desaparecido el sábado por la madrugada y su cuerpo apareció hoy sin vida dentro de una heladera en el barrio 9 de Julio.
Juan Carlos Galarregui, de 56 años, es por ahora el único implicado directo con la muerte de Rocío Fernández, la mujer de 27 años que había desaparecido el fin de semana y cuyo cuerpo apareció hoy en el interior de una heladera en una casa del barrio 9 de Julio.
Galarregui es el propietario de la casa y, se sospecha casi con seguridad, es quien escapó hoy cuando llegó la Policía para realizar un allanamiento en el domicilio de Grecia al 1000. Resta el cotejo de las cámaras de seguridad del COM para terminar de confirmar esa versión, pero hay varios indicios que van en esa dirección.
En primera instancia, la dirección de esa casa es la que habría indicado Rocío como destino el sábado a la madrugada cuando tomó un vehículo desde la casa de un amigo. Además, la víctima conocería a Galarregui según consta en algunos testimonios que forman parte de la investigación.
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La situación de Galarregui, por otra parte, es complicada. En el barrio los vecinos lo relacionan con la venta de drogas y con algunos incidentes, como por ejemplo una confrontación que protagonizó en la puerta de la casa y donde recibió disparos en las piernas. Sin embargo, no tiene ningún antecedente penal previo.
En cuanto al cuerpo de Fernández, se espera por el resultado de las pericias. Durante las pericias recopiladas hoy en el domicilio del macabro hallazgo, se comprobó que la mujer no sufrió ninguna herida de arma blanca o de fuego, y que la muerte pudo haber sido provocada a golpes. Los familiares identificaron el cuerpo por los tatuajes que tenía.
Rocío Fernández había salido el pasado viernes desde su casa en Punta Mogotes hasta la de un amigo, donde pasó varias horas. Allí tomó otro auto en rumbo desconocido, aunque con el correr de las horas se conoció que había enviado la dirección del barrio 9 de Julio a su amigo. Sin embargo, nunca más fue vista con vida.
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El domingo la madre de la víctima hizo la denuncia policial y se comenzó una búsqueda por redes sociales, que llegó a los medios y que tuvo algunas pistas falsas el martes, cuando alguien aseguró que la había visto caminando por calles del Puerto. Finalmente, la búsqueda culminó hoy con el macabro hallazgo.
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