Caso Viglione: “Generó confianza para invertir”
Daniel Viglione hizo una gran puesta en escena, más allá de su verborragia para convencer a muchas personas de invertir su dinero. Tal es así, que en las declaraciones de las víctimas en la audiencia de este jueves, como en las anteriores, se repite que fue un factor fundamental para ser convencidos.
El primer hombre en declarar manifestó conocer desde hace muchos años a la esposa de Daniel Viglione, Claudia Fernández, ya que era la directora de la Escuela a la que concurrieron sus hijos. Llegaron a ser muy amigos y hasta habían construido una casa a 200 metros de la suya. Además, contó que les aseguraba que su suegro había ganado el 40 % de la inversión en dólares en poco tiempo. Así esta persona confió en sus vecinos y amigos y entregó 39.000 dólares que nunca pudo recuperar. Habló de la confianza que le generaba Viglione al dar conferencia en hoteles de lujo, con José Luis Espert o Cachanosky.
Luego la esposa de este hombre, confió que la unió una amistad muy grande con quienes luego la estafarían, tal es así que salía a caminar una hora por día con Claudia Fernández. “Cacho” (por Viglione) aseguraba que había construido una casa muy linda “porque nos está yendo muy bien”, mencionando entre sus clientes a Cabrales y a un criador de patos de Sierra de los Padres, entre otros. También reconoció que fue engañada, ya que “todo era una pintura, estaba fluyendo bárbaro, lo que generó confianza para invertir”.
La siguiente victima reconoció que no puedo establecer con certidumbre el monto de la estafa que sufrió, porque “iban depositando de a puchitos” y que perdió el control de sus pocas inversiones.
Posteriormente declaró una testigo propuesta por María Larsen. Una señora que dijo residir en Ushuaia y en los Estados Unidos. Reconoció ante preguntas de la Jueza Ana Fernández, ser amiga íntima de la acusada. Aseveró que, pese a que Larsen como Viglione “decían las mismas cosas”, la primera era su secretaria. También sostuvo que el complejo hotelero “Luces de la Paloma”, ubicado en el Uruguay no es propiedad de Larsen, que ella es su administradora y que jamás le contó quien era el dueño, pesa su íntima amistad.
Llamó la atención que pese a estar documentado en su oportunidad, que habría entregado 18.000 dólares, aseveró ante el Juzgado que había perdido 50.000. Así como que no los iba a reclamar porque “cree en la honestidad de María Larsen”. El abogado de los demandantes, Julio Razona le exhibió una publicidad del complejo hotelero “Luces de la Paloma”, a la que había hecho referencia, reconociendo que el mismo no cuenta con piletas, canchas de golf, amarras y otras comodidades que se anunciaban en esa publicación. Por último, la testigo de la defensa reconoció que “invertí en una pirámide y que no me sorprendió el final”
Otra damnificada se reconoció como una simple ama de casa sin conocimientos financieros. Aseveró que confió en Viglione especialmente porque contaban sus oficinas con una habilitación de la AFIP, haber compartido jornadas en el Hotel Primcay con el folclorista “Polo” Román y con el político “Toti” Flores. Confió sus 70.000 dólares ahorrados para comprar un departamento, pese al descreimiento de su marido, quien se oponía a esa inversión. Al exigir la devolución de su inversión, el imputado argumentaba problemas con el traslado de “bolsas de dinero, el blanqueo, mucha gente retirando dinero y de haber sido engañado por Jonestur”.
Aseguró que luego de la huida de Viglione, junto a otros damnificados concurrieron a su vivienda donde los atendió Claudia Fernández llorando, mostrándoles que su marido antes de huir había roto todas las cámaras de vigilancia y enseñándoles un lugar oculto con un mueble con doble fondo, en el que, según su esposa, tenía guardado todo el dinero de los inversores.
Por último, una pareja damnificada explicó que fue engañada por compartir una oficina con Viglione en la empresa de publicidad y que “todo era coherente, parecía confiable” y que optaron por dejar en sus manos las inversiones en Forex porque creyeron que “era un profesional”.