Caso Viglione: “Jamás volvió, nos tomó el pelo”
En una nueva jornada en el juicio oral contra Daniel Viglione, los damnificados continuaron en la sintonía que fueron estafados, aunque también la defensa de María Larsen presentó dos testigos de nacionalidad francesa.
En primer término, declaró un denunciante de Rosario, quien conoció al acusado por sus programas radiales que se emitían en esa ciudad y por haber concurrido a sus conferencias que brindaba en el Hotel Ros Tower, junto a Roberto Cachanosky y en la Universidad Católica de Rosario junto al Señor Palumbo. Invirtió la suma de 10 mil pesos, el mínimo permitido por Viglione, entregando el dinero conforme lo pactó vía mail con María Larsen, los que fueron reconocidos en la audiencia y que oportunamente habían sido agregados por su abogado, Julio Razona. Lo llamativo de este hecho es que el dinero fue recibió por Diego Miranda, hijo de María Larsen, quien viajó hasta Rosario con un talonario de recibos y le extendió uno, con la promesa posterior que se le noticiaría el número de cuenta bancaria en Nueva York. Al no recibir información se comunicó con Forex y “me di cuenta que nunca habían depositado nada”. No pudo recuperar un centavo.
Los dos testimonios siguientes fueron ofrecidos por la defensa de la acusada. En primer lugar declaró un hombre de nacionalidad francesa, quien reconoció ser muy amigo de Daniel Viglione y que invirtió dinero con él, pero que no recordaba si había recuperado el dinero entregado. Sostuvo que María Larsen no era socia de Viglione. A preguntas del Doctor Razona informó que su inversión se llevó a cabo exclusivamente por la confianza que tenía en su amigo y que no tomó ningún otro recaudo antes de invertir su dinero. Su esposa, también de nacionalidad francesa, informó que estaba muy satisfecha con el acusado y María Larsen, pese que no podía aseverar que recuperó toda su inversión. Contó que tanto su nuera como sus amigos franceses perdieron todo su dinero al invertir con los acusados. Al igual que su marido informó que entregó la suma de 10 mil dólares basada exclusivamente en la confianza.
El último testigo/victima en declarar comentó que invirtió 40 mil dólares confiado en que entraba a una “comunidad” de Forex, seducido por los informes en los medios y las conferencias en el Hotel Primacy que brindaba rodeado de conocidos economistas. En enero de 2016 pretendió retirar 7 mil dólares de las supuestas ganancias, concurriendo hasta cuatro veces por semana para reclamar ese monto, pudo recuperar de a poco, solo 2.700 dólares de su inversión, recibiendo la última vez la suma de 200. Contó que días antes de huir el acusado, cuando se juntaban decenas de acreedores en su oficina, anunció “voy a buscar la bolsa, espérenme, todos nos quedamos aguardando, pero jamás volvió, nos tomó el pelo”.