Caso Viglione: más damnificados en sus “inversiones”
Continúa el juicio oral contra Daniel Viglione y entre los testigos de este viernes, la defensa presentó al hijo de María Larsen, tratando de quitarla como “socia” del falso analista de mercado a futuro.
El primer testigo contó que conoció al acusado, a través de una persona que identificó como su intermediaria, Patricia Ibarra, quien en realidad se llama Patricia Barreta, siendo Ibarra el apellido de su ex marido. Esta persona oriunda de Pilar entregó a la víctima recibos similares de Daniel Viglione, contando con unos en blanco que llevaban la firma de este. Además, entregó la suma de 80 mil dólares habiendo podido retirar 16 mil, que en su oportunidad le entregó la “intermediaria”.
El siguiente testigo, al igual que el anterior se vio seducido por Viglione y confiado ya que lo pudo escuchar en conferencias acompañado por Cachanosky. A este damnificado en la suma de 40 mil dólares, los acusados Viglione y Larsen le ofrecieron en reiteradas oportunidades invertir en un condominio en el Uruguay, “Luces de la Paloma”, debiendo depositar una suma en las cuentas de ambos en el vecino país. Propuesta que no aceptó.
Luego compareció el hijo de María Larsen. A preguntas de la defensora de su madre narró que la misma nunca había sido socia del acusado, que era una empleada y que la inversión en el Uruguay se inició con fondos propios anteriores a su relación con Viglione. Aseveró que tanto su madre como sus hermanos, fueron damnificados por Viglione, ya que no pudieron retirar montos invertidos en Forex. A preguntas del Doctor Julio Razona, representante de 68 damnificados, reconoció que viajó a Rosario a percibir la suma de 10 mil dólatres que le fue entregado por un inversor de esa ciudad, entregando un recibo, pero que dicho trámite lo hizo sólo para colaborar con su madre y su novia. Ante el cuestionamiento si “Luces de la Paloma”, el emprendimiento turístico, que dijo ser administrado solamente por su madre, quedaba ubicado en la localidad de “La Paloma”, admitió que está ubicado en “La Aguada”, un lugar de menor calidad turística. Luego el abogado le preguntó si Marta Queipo, quien entregó a Larsen 120 mil dólares para adquirir el predio en el que se construyó el emprendimiento turístico le cedió sus acciones a él, admitió este hecho.
Mas tarde declaró una persona que trabaja en YPF de Puerto Madero, hasta su lugar de trabajo se dirigió María Larsen, a quien entregó en mano la suma de 4 mil dólares. Contó que ese monto provenía de sus ahorros y que iba a ser invertido en la compra de un automóvil adaptado para discapacitados, atento sufrir una grave discapacidad motora, con posterioridad a esta primera inversión, viajó a Mar del Plata se encontró con Viglione y Larsen en un café de la calle Güemes, allí les hizo entrega de 2 mil dólares como nueva inversión y que ambos se retiraron del mismo sin extender recibo alguno. Hizo saber que Viglione ganó su confianza, ya que mantenía con el “fluidos diálogos” por las redes sociales y en forma privada, aseverando que “su cuenta es muy importante para mí”. Admitió que verse estafada fue un “shock”, al tomar conocimiento que no se le devolvería nada de su inversión y que tal como ocurre frecuentemente no leyó la letra chica del recibo entregado por Larsen, “como es costumbre con entidades bancarias o contratos laborales”.
Por último, declaró una vecina de Balcarce que hizo dos interdepósitos desde su cuenta bancaria en el Uruguay a las cuentas de Viglione y Larsen en ese país, por 50 mil dólares, documentación que fue reconocida ante el Juzgado. Contó que los acusados ganaron su confianza de tanto escuchar al primero en radios de todo el país y concurrir al Hotel Primacy de Mar del Plata a las conferencias que daba junto a Roberto Cachanosky. La inversora perdió todo en manos de los acusados.