Caso Viglione: “Quedé sin nada, me peló”
Este lunes declararon cuatro de las 87 víctimas estafadas por Daniel Viglione, en el marco de la undécima audiencia en el juicio oral del “analista de mercados a futuro”. En primer lugar, lo hizo una jubilada que narró que entregó a Daniel Viglione absolutamente todos sus ahorros y el dinero que había heredado de su madre. Textualmente afirmó: “Quedé sin nada, me peló”. Esta señora sufrió secuelas físicas como consecuencia de la depresión que sufrió al ver que perdió absolutamente todo y que jamás pudo recuperar nada de lo entregado a Viglione y María Larsen, las personas que siempre la atendieron.
El segundo testigo fue una señora que, junto a su marido, también damnificado, tuvo la prevención de exigir que se le indique una cuenta corriente bancaria para realizar las inversiones. En consecuencia, depositó en una cuenta bancaria en el Uruguay cuyos titulares eran Daniel Vigilione y esposa Claudia Fernández. En una oportunidad, 20.000 dólares y la misma suma posteriormente en otra cuenta uruguaya de la que era titular María Larsen. Estas cuentas fueron informadas por los acusados a la víctima, mediante correos electrónicos que la misma acompañó como prueba. De estos correos surge que Larsen indicaba que esas sumas serían enviadas a un banco de Estados Unidos y a una cuenta en España. Narró la victima que quien llevaba el sistema informático con las cuentas falsas, por las cuales las víctimas podían consultar el supuesto saldo, era Mariano Román.
La siguiente victima informó que María Larsen fue presentada como socia de Viglione y que concurrió a todos los eventos que organizaba Economy Weeks, como los casi 200 inversores que integraban, lo que el falso economista denominaba una “Comunidad de Inversores”. Esta testigo, a preguntas de la defensa de los acusados detalló el rol que le cabía a cada uno los integrantes de la empresa de los acusados, armonía que habría roto, días antes de huir, al informar Vigilione que iba a reestructurar la empresa sin la presencia de María Larsen.
La persona que declaró a continuación, era vecino del acusado: “tardé dos años en ser convencido para que invierta en su comunidad”, sostuvo. Además, le aseguró que tendría ganancias no inferiores al 30 % anual. También informó que Viglione le narró que María Larsen estaba invirtiendo en un complejo hotelero en Uruguay denominado “Luces de la Paloma” y que después de huir Viglione y permanecer prófugo, su vivienda estaba siempre ocupada por muchos vehículos y personas, habiendo mantenido un altercado con quien fue su defensor particular.