Caso Viglione: un damnificado recuperó la mitad invertida
En la audiencia de este miércoles por la mañana, se tomó declaración a seis víctimas del estafador Daniel Viglione. Tras varias jornadas se pudo conocer que uno de los damnificados recuperó la mitad del dinero que había invertido.
Antes de comenzar la audiencia, la Jueza titular del Juzgado Correccional 2, Ana Fernández, hizo leer por Secretaría lo resuelto con relación al pedido formal de la abogada Pérez, representante de una familia damnificada, que se incorpore documentación que había ingresado por error a otra investigación y se resolvió no considerar, devolver por Secretaría la documentación.
En referencia a declaraciones, en primer término, lo hizo otra víctima que no pudo recuperar los 10 mil dólares que entregó a Daniel Viglione, pese a mantener un frecuente contacto mediante envíos de mails.
A continuación, declaró un empresario de Miramar que poseía una cuenta en el American Bank de Nueva York, ya que había residido en Estados Unidos durante varios años, entregó la suma de 79.880 dólares como inversión. Además, contó que tenía experiencia de haber invertido en la Bolsa de Valores. Luego de reconocer gran cantidad de documentación oportunamente acompañada por su abogado, Julio Razona, certificó que una parte de esa suma fue hecha mediante un interdepósito de su cuenta en el American Bank a una particular de María Larsen que poseía en el Uruguay. Y que, al pedir a Viglione y Larsen, el número de cuenta que supuestamente tenían en el mismo banco de Estados Unidos, éstos le manifestaron que iban a triangular el dinero vía Uruguay. Se acompañaron también mails y comunicaciones de Larsen con el inversor, por los cuales la acusada indica su número de cuenta en la banca uruguaya y las constancias de las transferencias realizadas. Al final de su testimonio hizo referencias a las excusas que le daba Viglione para no devolver su inversión, la que necesitaba para adquirir un horno industrial para su comercio, supuestos “problemas con su bróker y su cuenta en Estados Unidos, la designación de Martín Suarez como su representante ante Forex o que la casa central no le mandaba dinero”. Al ser interrogado por el defensor de Viglione, el testigo hizo referencia a que antes de entregar su inversión hizo averiguaciones al INPI y certificó que Economy Geeks es una marca registrada cuyos titulares son Viglione y Titarelli, lo que le dio confianza en la seriedad de la misma.
Luego declaró su madre, quien acompañó a su hijo en las inversiones, y no sospechó del acusado por su “aparente sapiencia pública y notoria”
La siguiente testigo, representada por la Dra. Perez, sostuvo que su padre, fallecido hace dos meses, entregó a Viglione más de 1 millón de dólares, una parte mediante interdepósitos bancarios desde Estados Unidos y ella personalmente 140 mil dólares, atento a que habían cobrado la venta de un campo familiar. Manifestó que desconoce si su padre realizó más interdepósitos, ya que el mismo no manifestó nada a la familia en cuanto a sus operaciones financieras, las que tomaron conocimiento hace una semana, debido a que se tramita su sucesión, constando en los informes respectivos realizó al menos dos transferencia por la suma de 450 mil dólares. Ante preguntas del Dr. Julio Razona, la testigo hizo saber que su padre tenía 93 años de edad y que confiaba en Daniel Viglione, aún después de haber huido, ya que para él se había puesto a derecho, lo que demostraba un estado confusional evidente.
Otra mujer declaró y dejó asentado que todos sus ahorros y los de su esposo le fueron entregado al imputado. Ese dinero iba a ser destinado a comprar una vivienda familiar, ya que por entonces estaba embarazada de mellizos. Nunca pudieron recuperar nada.
El último testigo narró que era amigo de Mariano Román, quien le informó que pertenecía a un grupo que invertía dinero en Forex y que lograba enormes ganancias. Luego de dos o tres años de insistencia por parte de su amigo, finalmente entregó a la esposa de Román, Lourdes Dukkart y a María Larsen la inversión mínima admitida por los estafadores, de 10 mil dólares. Pudo recuperar la mitad, el resto no, pese a haber insistido reiteradamente, informándosele que “se había interrumpido el circuito”.