Comer bien para sentirse mejor: los alimentos que ayudan a mejorar el estado de ánimo, según la ciencia
En tiempos de agotamiento crónico y sobrecarga emocional, prestar atención a lo que comemos también es una forma de cuidar la mente.
En un mundo donde la ansiedad y el estrés son moneda corriente, cada vez más personas buscan formas naturales de cuidar su salud mental. Entre ellas, una sobresale por su accesibilidad y eficacia: la alimentación.
Hoy, la ciencia confirma que ciertos alimentos tienen la capacidad de influir directamente en el estado de ánimo. No se trata de magia ni de soluciones milagrosas, sino de compuestos bioquímicos que interactúan con el cerebro, regulando neurotransmisores clave como la serotonina y la dopamina.
Romero: aroma con beneficios cerebrales
Mucho más que un condimento. El romero contiene antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que, según estudios recientes, pueden mejorar la memoria de trabajo y reducir el estrés oxidativo. Su inclusión en dietas como la MIND, diseñadas para preservar la salud cognitiva, refuerza su reputación como un “alimento funcional” para la mente. Sin embargo, la evidencia clínica directa en humanos aún es limitada y se sigue investigando su verdadero impacto.
Puede interesarte
Azafrán: una especia con potencial terapéutico
Pocas especias han sido tan estudiadas por su influencia sobre el estado de ánimo como el azafrán. Ensayos clínicos han mostrado que dosis moderadas pueden reducir síntomas de depresión leve a moderada, con una eficacia comparable a ciertos antidepresivos en contextos controlados. Su efecto se vincula con la inhibición de la recaptación de serotonina.
Plátano: triptófano y energía natural
El plátano es una fuente natural de triptófano, aminoácido esencial para la producción de serotonina. También aporta vitamina B6 y magnesio, dos nutrientes esenciales para el equilibrio neurológico. Su consumo regular está asociado a mejoras en el humor, el sueño y la concentración.
Verdes que hacen bien
Las espinacas, acelgas y otras verduras de hoja verde contienen ácido fólico y antioxidantes que, según revisiones sistemáticas, ayudan a reducir síntomas de depresión y favorecen la salud del sistema nervioso. La deficiencia de ácido fólico se ha vinculado con desequilibrios en la producción de neurotransmisores.
Puede interesarte
Pescados grasos: Omega-3 para calmar la mente
El salmón, la caballa y las sardinas no sólo son buenos para el corazón: también lo son para el cerebro. Sus altos niveles de EPA y DHA (ácidos grasos Omega-3) están asociados a una reducción en los niveles de ansiedad y una mejor respuesta emocional. Estudios de cohortes han encontrado una menor prevalencia de depresión en personas con consumo regular de estos pescados.
Chocolate negro: placer con respaldo científico
No es sólo una cuestión de antojo. El chocolate con más del 70% de cacao contiene flavonoides que estimulan la producción de serotonina y endorfinas. También mejora la circulación cerebral. Diversos estudios sugieren que su consumo moderado puede favorecer el estado de ánimo, siempre y cuando se controle el contenido calórico.
Yogur y alimentos fermentados: el intestino también piensa
El vínculo entre intestino y cerebro dejó de ser una curiosidad y se convirtió en un área de investigación sólida. El consumo de yogur natural y alimentos fermentados (como kéfir o chucrut) aporta probióticos, que fortalecen la microbiota intestinal. Este ecosistema bacteriano, según nuevos estudios, tiene un rol directo en la regulación del estrés, la ansiedad y la función cognitiva, a través del llamado eje intestino-cerebro.
Puede interesarte
¿Y entonces? Comer también puede ser un acto de cuidado emocional
La relación entre alimentación y salud mental está más consolidada que nunca. Estos alimentos no curan trastornos por sí solos, pero pueden ser aliados clave en una estrategia integral de bienestar emocional.
En tiempos de agotamiento crónico y sobrecarga emocional, prestar atención a lo que comemos también es una forma de cuidar la mente. Y muchas veces, el primer paso es tan simple como elegir bien el próximo plato.

Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión