Cómo manejar la angustia en las fiestas
Las fiestas, tanto Navidad como Año nuevo, pueden traer una alta expectativa, angustia o ansiedad. Para entender qué nos pasa en estas fechas, la licenciada y psicóloga, Alejandra Linardi, explicó en diálogo con Mitre Mar del Plata (FM 103.7) por qué aparecen esos sentimientos y de qué manera enfrentarlos.
"Son fechas especiales, que no tienen comparación con otra cosa; no es un cumpleaños ni un aniversario. Las fiestas se vuelven un concepto familiar, donde aparecen muchos puntos disparadores de conflictos familiares. La ansiedad tiene que ver con una creencia que llevamos desde que nacemos, en la que pensamos que las fiestas se deben festejar. Y hay una presión por estar o ser feliz en ese momento, que no siempre se puede cumplir y genera ansiedad", dijo la especializada en salud mental.
Al mismo tiempo, aclaró que ese sentimiento también aparece por las publicidades y la manera en que los comercios venden a las fiestas desde el inicio de diciembre. "Eso nos genera un cosquilleo en el cuerpo, desde esa fecha hasta que termina después de Reyes", añadió.
"Noche Buena y Navidad, y fin de año y Año nuevo son distintas. La primera tiene una connotación religiosa, donde hay un aspecto familiar, cálido e ingresan los recuerdos de las navidades pasadas, que en nuestra memoria fueron mejores por los que ya no están y provocan angustia", diferenció la licenciada.
Y por el lado de Año Nuevo, sostuvo: "Es más exhorbitante. Tiene que ver con desear que se vaya el año y se permiten las juntadas con amigos o conocidos. En fin de año aparece el balance, de lo que logré, lo que no y lo que quedó pendiente. Se renuevan las esperanzas".
CÓMO MANEJAR LA ANGUSTIA EN TIEMPOS FESTIVOS
En torno a este punto, Linardi recordó: "Todos tenemos expectativas, buenas o malas. Pero lo importante es entender qué nos está pasando y graficar el sentimiento que nos domina, y a partir de allí actuar en consecuencia. Si nos encontramos angustiados, siempre es válido tomarse un tiempo y expresar que preferís no sumarte al festejo si no te encontrás disponible. Las fiestas se celebran todos los años y uno no tiene que forzarse a hacer algo que nos puede complicar la salud mental".
"No es un pecado, a pesar de lo que nos impone nuestra cultura. Creo que no hay que presionar al otro ni presionarse a uno mismo. Tampoco quiere decir convertirse en un hermitáneo, simplemente es ver si estamos dispuestos o no. A las personas les pone mal saber que otro pasa solo las fiestas, pero en realidad son personas que tal vez este año prefieren la soledad. Y debemos respetarlas", finalizó la psicóloga.
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