Cómo mejorar una piel deshidratada
Algunos factores como la falta de agua o la exposición al calor empeoran el cuadro.
Si bien algunas personas presentan un cutis oleoso, otras en cambio, lucen una piel deshidratada, seca, sin brillo y sufren una sensación de tirantez.
La llegada del otoño y las bajas temperaturas empeoran el cuadro. Por eso, es fundamental utilizar activos hidratantes y tomar abundante agua.
Factores que producen deshidratación
- Beber poco líquido.
- Cambios de clima.
- Predisposición genética.
- Nutrición inadecuada de la piel.
- Exposición a ambientes o fuentes de calor.
- Evitar la exposición al sol.
- Comer alimentos frescos y ricos en agua.
- Factores emocionales: el estrés, el cansancio y la falta de sueño reparador también contribuyen a la deshidratación.
- Fumar.
- Tomar alcohol.
Algunos síntomas de la piel deshidratada son:
- Piel tirante y sin elasticidad.
- Rostro apagado y sin vitalidad.
- Picor.
- Arrugas y envejecimiento prematuro.
- Descamación y falta de suavidad.
¿Qué podemos hacer para hidratar la piel correctamente?
La clave para sanar una piel deshidratada es restaurar el nivel de agua en el organismo.
Los especialistas recomiendan mantener limpio el cutis con una leche de limpieza y una loción astringente. Luego, realizar una exfoliación suave de la piel.
Al menos una vez a la semana realizar una limpieza profunda de la piel donde se coloquen ampollas hidratantes y serúms con activos como ácido hialurónico y colágeno.
Las cremas elegidas deben tener vitaminas y también incorporar el uso de brumas o tónicos durante al menos una vez al día.
El uso de protector solar también es de gran importancia, debe aplicarse durante la mañana con pequeños golpecitos y reponerse durante el transcurso del día.