Condenaron a prisión perpetua a un ex secretario UOCRA de San Luis por el femicidio de Johana Galdeano
“Me vengo a entregar porque le disparé a mi ex”, fue la confesión que Juan Carlos Solalinde le dio a las autoridades ese 26 de mayo de 2021, el día que asesinó a su ex pareja y madre de su hijo.
Tres años más tarde, el juicio por el femicidio de Johana Galdeano llegó a su final, con una condena a prisión perpetua para su ex pareja, Juan Carlos Solalinde, conocido por haber sido el secretario de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) de la filial de Villa Mercedes. Una confesión, pruebas contundentes y el fallo unánime de la Justicia.
Luego de siete audiencias donde circularon varios testimonios sobre lo que ocurrió ese 26 de mayo de 2021, cuando el acusado discutió con la mujer de 28 años y acabó con su vida a balazos, los jueces Daniela Estrada, Sebastián Cadelago Filippi y Mauro D’Agata Henríquez lo declararon culpable por el homicidio doblemente calificado por mediar una relación de pareja y por violencia de género en perjuicio de Johana. Por disposición del Código Penal argentino, la única pena posible es la condena perpetua.
Pese a que el tribunal contempló la falta de antecedentes penales de Solalinde como único atenuante, este no impactaría en la sentencia final. De hecho, los magistrados ordenaron que este fuera trasladado al Servicio Penitenciario de San Luis tras haberse completado la lectura del veredicto.
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No obstante, el pedido fue una confirmación del futuro que le espera al ex secretario de la UOCRA, debido a que este había sido puesto a disposición de la penitenciaría en junio de 2021. En ese momento, la detención fue ordenada por la jueza Mirta Ucelay que estuvo a cargo de su procesamiento y el dictado de su prisión preventiva.
De esta manera, se cerró uno de los capítulos más escabrosos de la historia de Villa Mercedes. La sentencia no fue una sorpresa, ni siquiera para el mismo Solalinde, ya que fue él mismo quien reconoció la autoría del crimen ante los oficiales de la comisaría 8va de Villa Mercedes una hora después de haber asesinado a Galdeano.
“Buenas tardes, me vengo a entregar porque le disparé a mi ex”, confesó el sindicalista. Todo sucedió entre las 14:30 y las 15 horas, cuando la mujer llegó a bordo de su auto Honda Civic a la propiedad que el ex sindicalista tenía en el barrio Justo Daract. Sin embargo, fue cuestión de segundos para que iniciara una discusión con su femicida.
Gritos e insultos por parte de ambos, pero todo terminó cuando Solalinde sacó su revólver y la ejecutó a balazos. Tres para ser más precisos, dos de ellos que impactaron en su pecho, mientras que el último se encargó de matarla en un instante al haberse alojado en su cabeza.
Según reconstruyeron los investigadores, lo que siguió al asesinato fue una fría comunicación que el condenado sostuvo con su abogado. Luego de observar el cuerpo sin vida de Johana, éste le comunicó a su defensor que la había matado y que se iba a entregar en la comisaría más cercana. Así lo hizo, pasó por encima de ella, se subió a su camioneta y condujo hasta la seccional.
Una vez en el destacamento, luego de explicar lo sucedido, y antes de que le pongan las esposas y lo encierren en un calabozo, Solalinde alcanzó a dar la dirección del galpón donde yacía su víctima y a entregar el revólver con el que la había asesinado. Antes de consumar el crimen, la mujer nunca había realizado una denuncia por violencia de género, aunque una de sus amigas reconoció a la Justicia que los últimos meses que estuvieron en pareja comenzaron los hechos y fueron en aumento post separación.
Solalinde y Galdeano estuvieron en pareja por cuatro años, pero solo bastaron dos meses después de la separación para que el ex gremialista acabara con su vida. Ambos compartían un hijo de dos años, hoy de cinco años, que quedó al cuidado de su abuela materna, Gladys Soria.
A lo largo del proceso, el menor no volvió a tener contacto con su padre y está previsto que no lo vuelva a hacer, ya que desde la familia materna ya presentaron un pedido para quitarle el apellido de Solalinde. “A ellos (a los Solalinde) no les importa mucho el nene porque, en el juicio, nunca me preguntaron para nada cómo está el bebé”, acusó Soria.
A través de esta medida, los derechos paternos del ex secretario de la UOCRA serán eliminados, sin embargo, la mujer aseguró que no le negarán conocer la historia de su familia. “Va a crecer sabiendo cuál es su historia porque no se le puede negar”, apuntó al remarcar que “merece llevar el apellido de su madre porque ella ha dejado secuela en todos nosotros”.
Previo a ser condenado, Solalinde pidió perdón a los familiares y a su hijo por haber asesinado a Johana. “Le pido perdón a Johana Galdeano, a mi hijo, a mi familia, a todos porque no soy un asesino. Me pasó esto y, bueno, les pido perdón a todos”, manifestó de espaldas a los presentes durante la audiencia del lunes. Finalmente, las disculpas no fueron bien recibidas por parte de la madre de la víctima, quien no ocultó que no le creía que estuviera arrepentido.
Fuente: Infobae.
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