Condenaron a un colectivero que mató a un peatón en pleno centro
El chofer de colectivo Pablo Abrego fue condenado este miércoles en juicio oral y público a 3 años de prisión condicional y a 8 años de inhabilitación para manejar por haber atropellado y matado, en diciembre de 2016, a Adolfo Fernández, de 62 años, en la intersección de las avenidas Luro e Independencia.
La sentencia dictada por el titular del Juzgado en lo Correcional N° 3, Luis Rodríguez, se aproximó bastante a las penas solicitadas por el fiscal de la causa, Rodolfo Moure, y el abogado de la querella, Maximiliano Orsini, quienes habían pedido 10 años de inhabilitación para conducir, y 3 años y 3 años y medio de prisión, respectivamente, para el conductor de la línea 531.
"Hace dos años y medio que estamos luchando para que se pueda hacer un juicio. El chofer sigue trabajando hasta la actualidad y fue una lucha enorme. Uno nunca está conforme porque uno perdió a su ser amado, pero este es uno de los pocos casos en los que se pudo llegar a un juicio oral y público", sostuvo Verónica Fernández, una de las hijas de la víctima, en diálogo con El Marplatense.
En la mayoría de los casos de homicidios culposos, las partes convienen dirimir la cuestión en un juicio abreviado o en una suspensión de juicio a prueba. "No queríamos hacer un arreglo respecto a la inhabilitación porque estamos hablando de un chofer con carnet profesional. Llegar hasta acá fue un logro. Creemos que se hizo Justicia y esperamos que esta condena quede firme y que se le saque la licencia a este hombre", añadió y adelantó que ni la querella ni la fiscalía apelarán el fallo.
Mediante las pruebas periciales, un video de la cámara de seguridad de uno de los bancos de la zona y las declaraciones de testigos presenciales, se pudo reconstruir que Abrego "dobló en la esquina sin reducir la velocidad, con la puerta abierta, con la música a todo volumen, charlando con mujeres y también había un compañero chofer sentado en el tablero del micro".
"Él violó todas las reglas de tránsito y, todas estas cosas, hicieron que él no esté atento a su trabajo como debe ser. Además, puso en riesgo a la gente que iba arriba del colectivo. Es un peligro que siga manejando con la imprudencia con la que lo hace. No respetó que la prioridad la tiene el peatón. Mi papá cruzó en toda su ley: por la senda peatonal y con el semáforo a su favor", destacó.
Según los últimos datos anuales difundidos por la Asociación Luchemos por la Vida, cada día en la Argentina mueren atropellados 5 peatones y, durante 2018, más de 1600 personas perdieron la vida de esta forma. De acuerdo a la ONG, el 89,9% de los conductores del país reconoce que no cede el paso a los transeúntes, tal y como lo marca la Ley de Tránsito.
Adolfo Fernández se dedicaba a la construcción, tenía 3 hijas y 8 nietos, y, esa misma noche, iba a salir de vacaciones con su esposa, quien presenció su muerte en pleno centro de la ciudad. "Mi mamá lo estaba esperando del otro lado de la calle y tiene que cargar toda la vida con haber visto la muerte de mi papá por una imprudencia. Esto ocurrió porque Abrego no iba atento a su trabajo y esto se podría haber evitado, eso es lo que nos duele", dijo.
"Esta condenada es un cierre para nuestras vidas, que hace dos años y medio no nos ocupamos de otra cosa que de la muerte de mi papá. Seguir viéndolo manejar fue terrible, nadie le sacaba la licencia. Yo iba a trabajar en el 531 y, cuando veía que era él quien venía, me tenía que tomar el próximo. Era un dolor terrible ver que no se hacía Justicia", concluyó Fernández, quien destacó la labor de Moure y Orsini en el expediente.
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