Condenaron a un policía a 24 años de prisión por intento de femicidio
El ex policía Rubén Ortega fue condenado este viernes a 24 años de prisión por haber intentado asesinar de tres disparos a su ex mujer, Marisa Astudillo, en Necochea, en abril de 2017.
Ortega fue encontrado culpable del delito de femicidio en grado de tentativa por un tribunal popular y, ahora, la jueza Mariana Giménez determinó que el ex oficial de la Bonaerense deberá cumplir una condena de 24 años, apenas uno por debajo de lo solicitado durante la audiencia de cesura de este lunes por el abogado Julio Razona.
Además, la Justicia decidió que todos los bienes de Ortega deben quedar en poder de su ex mujer, como compensación monetaria por todos los daños sufridos, que le dejarán secuelas físicas, emocionales y psicológicas de por vida.
“Ella durante más de la mitad de su vida vivió sometida por este sujeto que atormentó a su mujer con una conducta verdaderamente perversa”, aseguró el particular damnificado de la víctima, en declaraciones a El Marplatense.
Razona recordó que Astudillo, con 17 años, se casó con Ortega, de 27, y dijo que “desde el primer día de ese vínculo comenzaron actos de perversión y sadismo que son inconcebibles”. “Cuando ella estaba embarazada, él la tiraba de la cama a patadas”, ejemplificó.
“Fue tanto el nivel de sometimiento y humillación de la víctima, que ella dormía vestida para evitar ser abusada sexualmente. Ella le tenia miedo y terror. Varias veces intentó escapar con sus dos hijos”, afirmó, y sintetizó sobre el condenado: “Era un perverso con uniforme policial”.
El 21 de abril de 2017 el funcionario policial había discutido con su ex pareja, quien para evitar ser agredida rompió un vidrio pero al escapar parte de su cuerpo quedó enganchado en la reja del frente que protege la vivienda, ubicada sobre la calle 102 bis al 4100 del barrio 9 de Julio de la vecina localidad.
Fue en esos momentos cuando Ortega le disparó con su arma reglamentaria en tres ocasiones, de los cuales dos de ellos hicieron blanco en la región hemostática con orificio de entrada y salida en el cuerpo de Astudillo. La mujer luego del juicio deberá volver a ser intervenida quirúrgicamente y perderá el habla de forma definitiva.
Ortega, de 49 años, pudo ser detenido gracias a la participación de los vecinos que llamaron a la Policía alertando lo sucedido. En tanto, su ex mujer pudo recuperarse de las heridas después de una prolongada internación, aunque desde el entorno aseguran que aún quedan en ella visibles secuelas físicas y psicológicas de semejante ataque.
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