Día de la Obesidad
No se trata de prohibir alimentos sino de cambiar hábitos. El peso es el resultado de un estilo de vida saludable.
El abordaje de la Obesidad
En el marco del Día de esta enfermedad, el Dr. Marcelo Suárez propuso avanzar hacia una resolución: "Mi propuesta es hidratarse, alimentarse, descansar, ejercitarse, pensar positivamente y respirar conscientemente".
"Con esto, si dudas, empezaremos a revertir el proceso de enfermedad", aseguró el especialista.
Por otra parte, opinó que "es preciso entender que necesitamos liberar a nuestras células y microorganismos de ese déficit de nutrientes y agua. Caso contrario, no podrán ejercer su trabajo con la perfección que saben hacerlo, para, a partir de ello, ofrecernos un estado de salud pleno".
El doctor Marcelo Suárez es especialista en Medicina Interna desde hace 30 años. Se recibió en la facultad de Medicina de La Plata, realizó su residencia de Clínica Médica en el Sanatorio Mitre de la Ciudad de Buenos Aires. Completó la especialidad en Medicina Tradicional China en la Asociación Argentina de Terapias Alternativas y además, es disertante de Obesidad, Sobrepeso y Conductas Saludables en distintos e importantes congresos a nivel nacional e internacional.
Por su parte, la licenciada en Nutrición Agustina Murcho, especialista en trastornos alimentarios y autora de los libros “Podemos querernos más” y “Podemos comer de todo” afirmó que “estamos atravesando un momento complicado en dónde personas que no son profesionales de la alimentación opinan en distintos programas de televisión sobre lo que se puede o no comer. Según estas personas no se puede comer nada. Esto provoca que cada vez haya más personas con problemas alimentarios y de obesidad”.
La licenciada especialista en trastornos alimentarios atribuye gran parte del problema a las redes sociales y el sinfín de recetas mágicas que se publican con el fin de conseguir el objetivo de perder peso: “no comemos únicamente porque necesitamos alimentos también lo hacemos por placer. Los gustos son parte de lo social”.
¿Qué hacemos con la culpa?
“Dejemos la culpa de lado, comer no debería darnos culpa. La culpa nos tiene que dar por cosas graves y no por comer algo que tengamos ganas y menos en situaciones sociales y en donde estamos con gente querida”.
“Por ejemplo si un día tengo ganas de un alfajor, lo ideal es comerlo con un café con leche en reemplazo de la merienda habitual: alimento legalizado, porción justa y disfrute asegurado” concluyó Murcho.