Día Mundial de la Dermatitis Tópica
Buscan mejorar la atención médica y que no se subestimen los síntomas.
En el marco del Día Mundial de la Dermatitis Atópica (DA), que se conmemora cada 14 de septiembre, la Asociación de Dermatitis Atópica Argentina (ADAR) y la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO) presentaron los resultados de la encuesta más grande realizada en pacientes con esta enfermedad en nuestro país.
Participaron 1.650 personas de todo el territorio nacional y los hallazgos son reveladores respecto de cómo es vivir día a día con esta enfermedad y cuál es la situación de los pacientes en el contexto actual de aislamiento.
¿De qué se trata la dermatitis tópica?
La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria y crónica de la piel, caracterizada por brotes frecuentes, picazón intensa, irritación, dolor, enrojecimiento, costras e infecciones.
Los expertos destacan que cuesta entender lo que es vivir con dermatitis atópica, una patología que suele ser subestimada. Por eso, en un pasaje de la encuesta, se les solicitó a los participantes que asignaran un puntaje del 1 al 10 a la intensidad de su picazón.
El promedio de intensidad reportado fue de 7.8 y el 65 por ciento calificó esa acción como alta, con notas de 8, 9 o 10. Sobre la base de una escala similar, reportaron una frecuencia de picazón también marcada, con un promedio de 6.8.
El 86 por ciento de los encuestados sostuvo que la dermatitis atópica afecta diariamente su calidad de vida y expresó sentir “frustración, enojo, alteración del ánimo, estrés, trastornos del sueño, modificaciones en su rutina y dolor”.
Además, el 96 por ciento manifestó haber sufrido “sangrado y supuración” y el 6 por ciento requirió internación con un promedio de 2,2 veces. Entre los pacientes que estuvieron internados, se observa una alta proporción de lesiones en la piel tales como descamación, piel agrietada, sangrado y supuración.
La relación médico-paciente
Casi la mitad de los encuestados (47,5 por ciento) considera “muy buena” la relación con su médico, pero un preocupante 32,3 por ciento la calificó como “muy mala, mala o regular”.
“Como médicos, este punto tiene que invitarnos a apuntalar el vínculo y la comunicación con el paciente. A aquellos que se alejaron porque no lograron un buen control y se desanimaron, los invitamos a volver a la consulta, porque hoy conocemos mejor la enfermedad y contamos con herramientas más efectivas”, reconoció el doctor Jorge Máspero, médico especialista en Alergia e Inmunología Clínica.
Resultados de la encuesta
La encuesta mostró que el 40,5 por ciento no está conforme con su tratamiento actual y el 21,7 por ciento muestra una satisfacción “moderada”, aunque más de la mitad se define como “muy adherente al tratamiento”.
“Esto nos hace repensar que quizás no estén siendo tratados con la opción más conveniente para la severidad de su cuadro. La buena noticia es que para dar respuesta a los casos severos hoy contamos con mejores opciones”, opinó la doctora Paula Luna especialista en dermatología del Hospital Alemán.
“El mensaje para los pacientes es que no deben conformarse con vivir con picazón, rascándose hasta lastimarse la piel y sufriendo infecciones recurrentes: acérquense al especialista para buscar el tratamiento más indicado para cada caso”, concluyó la médica.
Datos de la enfermedad
- Afecta entre un 2 y 5% de los adultos y de 10 a 20% de los niños a nivel mundial.
- Se trata de un trastorno crónico y prolongado, caracterizado por piel seca, descamada e irritable con brotes ocasionales en donde los síntomas son más molestos.
- Las personas con dermatitis atópica a menudo tienen asma o alergias estacionales.
- Suele aparecer en los primeros años de la niñez y es más común en las personas con antecedentes familiares de la enfermedad.
- El síntoma principal es un sarpullido que, normalmente, aparece en los brazos y detrás de las rodillas, pero también puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
- El tratamiento consiste en evitar el jabón y otros irritantes. Algunas cremas o ungüentos también pueden brindar alivio de la comezón.