El aumento de los siniestros viales y el riesgo ante la flexibilización de la cuarentena
El aislamiento social y obligatorio derivó en una lógica baja en la circulación vehicular en las calles y rutas que llegan a la ciudad, algo que también produjo una merma en la cantidad de siniestros viales. Sin embargo, los que ocurrieron denotaron mayor violencia en los impactos y heridas de consideración entre los conductores.
Especialistas en la materia coinciden en que el hecho de ver las calles o rutas más despejadas y las preocupaciones sanitarias, económicas y sociales de la pandemia, generaron una baja en la concentración y se relajaron las medidas de prevención entre quienes conducen.
Esto podría potenciarse a partir de la flexibilización que empieza darse por estas horas en la ciudad, lo cual provocaría mayor cantidad de siniestros y un aumento en la demanda de la atención hospitalaria. Solo en este viernes, tres choques conmocionaron la mañana marplatense.
Héctor Ragnoli, experto perito verificador de siniestros viales, advierte que “van a aumentar los choques en estos días en cuanto se vaya flexibilizando los permisos de ciruclación”.
“Como consecuencia de eso, debemos saber que también va a aumentar la atención médica en el Hospital Interzonal, con lo cual congestionará el normal funcionamiento. En épocas normales, entran siete lesionados por días, así que si esto aumenta se van a congestionar también la guardia y las camas de terapia intensiva en una época en la que pueden ser muy necesarias para la pandemia. Entendemos que las autoridades municipales de Movilidad Urbana y Seguridad deberán prestarle más atención a este tema”, explica Ragnoli.
Sin embargo, el problema no se terminó durante la cuarentena, sino que se notó y con choques muy violentos, “en algunos casos, con consecuencia de daños materiales por exceso de velocidad”.
El especialista pone de ejemplo dos hechos muy significativos, uno de ellos se produjo uno en la Ruta 88, km3.3, en la zona del Mercado de Abasto, cuando un auto sobrepasó a otro y, por algún motivo, uno de los conductores perdió la estabilidad, rozó al otro y terminó dando dos vueltas, lo que demuestra la dimensión de velocidad de ciruculación. Otro caso, reseña Ragnoli a modo de ejemplo, fue en Monseñor Zabala y Della Paolera (Ruta 2 y 180) donde también hubo un choque con vuelco.
“Hay que analizar la situación psicológica de quienes conducen. Si bien no es general, con la situación de la pandemia, la cuarentena y la realidad económica individual es lógico que no estén concentrados en el manejo. Sumado a eso, había poca circulación, lo que relaja la atención y se aumenta la velocidad perdiendo la noción de los riesgos o las consecuencias de no tener manejo defensivo”, explica.
“Está aumentando la frecuencia de los siniestros, nosotros lo observamos en las aseguradoras y con charlas que tenemos con fiscales y el HIGA porque no hay información oficial. Otro de los problemas es ese, que no hay mucha información porque el foco está en la pandemia. No debemos relajarnos en el tema de movilidad urbana o tránsito en la ciudad”, advierte Ragnoli.
Medidas, pedidos y respuestas
En el marco de esta realidad dramática con el tránsito, se hicieron algunos planteos para mejorar cuestiones puntuales que ayuden a bajar la siniestralidad y darle mayores medidas de seguridad vial a la ciudad.
En este contexto, “hay que analizar cómo subsidiar al transporte urbano, porque si no le permitimos llevar más pasajeros, los ingresos de las empresas bajan. Además, hay que aumentar las frecuencias. Entonces, lo que sería conveniente es subsidiar para poder cubrir esta demanda y permitir un mejor y más frecuente transporte público”, propone el perito vial.
A lo que agrega alternativas de transporte que podrían beneficiar a un tránsito más seguro y sin tantos siniestros: “otra de las alternativas es con las bicicletas. Por ejemplo, España está otorgando un subsidio a las empresas que venden bicicletas o monopatines eléctricos para incentivar como medio de transporte estos vehículos. En Francia, en otro ejemplo, tiene todos los talleres que hacen bicicletas homologados, entonces Paris le dio 50 Euros a cada taller en el cual el parisino pueda ir a reparar su bicicleta. Además, dispuso que carriles que estaban destinados a automotores, ahora se los destinó a las bicicletas y si esto evoluciona favorablemente en la cuarentena, los dejarían permanentemente”.
Estas medidas y algunas otras se han reclamado a las autoridades municipales del área, sin embargo asegura que no tuvieron respuestas por falta de presupuesto: “Hemos pedido al municipio que, aprovechando que había poco tránsito en cuarentena, se remarquen las sendas peatonales, los carriles y se mejoren las ochavas. Algo que es muy importante porque las personas que se trasladan en silla de ruedas tienen que bajar la rampa y ponerse en la línea de ciruculación porque los autos estacionan en el límite y les impide ver el tránsito hacia la izquierda. La respuesta que obtuvimos fue que hay un problema de falta de recursos. Ante eso le planteamos que tiene que aflorar la gestión y que también hay una ordenanza de padrinos de la seguridad vial con empresas de pinturas que pueden colaborar y para la mano de obra están los empleados municipales".
"También les pedimos distanciar las paradas de colectivos y, cuando se pueda, seguir implementando el Plan Maestro de Transporte y tránsito”, explicó Ragnoli quien asegura que no han podido encontrar soluciones a las sugerencias hechas.