El club de las cinco: Marvel + Francella + cocineros + romance + Piroyansky
Cinco recomendaciones (o no) de cine y series para el fin de semana: “Deadpool & Wolverine”, “El encargado”, “El oso”, “Al borde del abismo” y “Voley”.
DEADPOOL & WOLVERINE (película) dirigida por Shawn Levy, con Ryan Reynolds, Hugh Jackman, Emma Corrin. En cines.
-Deadpool & Wolverine es un milagro, no porque sea una maravilla ni una joya del séptimo arte, sino porque básicamente es una suerte de Frankenstein construido por una serie de intenciones que tienen el objetivo de parecerse a una película. Y si lo logra es porque Shawn Levy, con el tiempo y tras varias películas decididamente espantosas, se convirtió en un realizador bastante competente; porque el carisma de Ryan Reynolds es el espíritu del proyecto; y porque Hugh Jackman encontró en Wolverine el personaje de su vida. De paso, Reynolds y Jackman tienen una química envidiable. ¿Por qué un Frankenstein? Porque la película tiene la obligación de revivir la taquilla del cine de superhéroes; porque tiene que respetar un espíritu violento y procaz, ahora bajo el techo demasiado puritano de Disney; porque es una película evento que tira cameos para el fandome; porque recupera a un intérprete icónico como Jackman; porque la gente va a ver a Wolverine y a Deadpool pero a la vez Marvel necesita estirar su multiverso; y porque mientras integra todo esto tiene que construir un relato que funcione por sí mismo. Si por un lado la película por momentos no fluye, por el otro paga todo con la gracia de sus dos protagonistas. Pero sí hay algo interesante, aquí la autoconsciencia de Deadpool funciona como una mirada interna a las historias de superhéroes, como si el personaje fuera un fan que disfruta como un chico mientras la película se va ensamblando a su alrededor. Es divertida, a veces se pasa demasiado de lista, pero no deja de ser la experiencia más cercana que tienen las películas de Marvel a la idea de jugar con los muñequitos articulados.
EL ENCARGADO (serie) creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat, con Guillermo Francella, Manuel Vicente, Gastón Cocchiarale. En Disney+.
-En esta tercera temporada, la serie protagonizada por Guillermo Francella parece querer buscar puertas afuera su conflicto, pero además acercar su relato más a un espíritu de cómic, donde lo real está atravesado por un tono algo fantástico. Ya conocen la historia: Eliseo, el encargado de un edificio, un personaje siniestro que manipula a todo el mundo y que siempre termina bien parado, como un Ripley atravesado por el humor costumbrista. Pero agotado el recurso de la pelea con los habitantes del edificio donde trabaja, la serie lleva a Eliseo por el universo del emprendedor cuando monta una empresa que ofrece servicios a otros consorcios. Si lo cuestionable de la serie ha sido siempre que nunca terminó de encontrar el tono adecuado, y que busca convertir en antihéroe un personaje que es simplemente un canalla, en esta tercera temporada -al menos en los tres episodios que se estrenaron- parece haber una ambición (de la serie y del personaje) que no está a la altura. ¿Por qué fantástico si esta no es una serie de ciencia ficción? Porque los planes del protagonista trascienden deliberadamente lo verosímil. La falta de rigor habitual de la obra de Cohn y Duprat queda más al desnudo cuando Eliseo monta ese emprendimiento y la situación se vuelve poco rigurosa. Es algo típico de los autores, y algo que lastra siempre el resultado final de sus producciones: la intención por decir algo sin importar el cómico. Cohn y Duprat buscan provocar… ¿pero a qué precio? Démosle el beneficio a la dudas, recién comienza.
EL OSO (serie) creada por Christopher Storer, con Jeremy Allen White, Ebon Moss-Bachrach, Ayo Edebiri. En Disney+.
-Regresaron los Berzatto y The Bear, el restaurante emplazado en la temporada anterior, ya es una realidad. La fabulosa serie creada por Christopher Storer mantiene su altísimo nivel en esta tercera temporada donde parece experimentar en aspectos formales, volviéndose más abstracta. Si bien tenemos una trama principal (la persecución de “Carmy” Berzatto de la ansiada Estrella Michelin), los capítulos parecen menos atados a una necesidad narrativa de comienzo, nudo y desenlace, como lo muestra notablemente el fabuloso primer episodio, una obra maestra del montaje. De lo que habla fundamentalmente esta tercera temporada es de los objetivos que nos movilizan en la vida y de su real pertinencia, del sentido y de si tiene sentido. Lo hace con un menú de notables actuaciones, que saben ir de la crispación a los momentos de amabilidad, como lo hace la puesta en escena representando la tensión con planos detalle, zoom y montaje acelerado, para pasar en otros pasajes a planos generales, contemplación y melancolía. El Oso es una de las mejores series del presente y cada temporada parece encontrar momentos únicos para atesorar en la memoria. Imperdible.
AL BORDE DEL ABISMO (película) dirigida por Stelana Kliris, con Harry Connick Jr., Agni Scott, Ali Fumiko Whitney. En Netflix.
-Una estrella norteamericana de la canción parece ocultarse en un pueblo de Chipre, mientras analiza su carrera y su presente. Lo que no tiene en cuenta es que la casa en la que decidió vivir está junto a un acantilado que la gente del pueblo elige para suicidarse. Es punto de inicio es sorprendente y divertido, y -por imprevisible- lo mejor de la película. Lo que sucede luego es que esa idea un poco alocada se resolverá como apenas una excusa argumental que permite poner al personaje en el lugar que la película quería: el de las segundas oportunidades, cuando se cruce con un viejo amor. Luego también esa idea del acantilado se volverá una metáfora un poco gruesa. Sin embargo Al borde del abismo parece tener todo en contra, pero más temprano que tarde encuentra su tono: el de comedia romántica de gente adulta, atravesado por lugares comunes que son jugados con gracia y sin apuros. Dos detalles inevitables que restan: las canciones de la supuesta estrella de la música son unas baladas melosas de medio pelo que nos hacen dudar del verdadero talento del personaje; Harry Connick Jr. no tiene la presencia como actor para hacer que su personaje sostenga el relato. Una película simpática, pero sin mayores ambiciones que esa medianía.
VOLEY (película) dirigida por Martín Piroyansky, con Martín Piroyansky, Violeta Urtizberea, Inés Efrón.
-En 2014 Martín Piroyansky estrenó esta comedia con elementos de comedia romántica que mostró las posibilidades de una generación de actores para acercarse a un género que al cine argentino le resulta bastante complicado en el presente. Recuerden: un grupo de amigos deciden pasar juntos la fiesta de Año Nuevo en una casa del Tigre y en ese contexto surgen algunas rencillas del pasado, además de amores y desamores incontrolables. Piroyansky es uno de los mejores comediantes del país y demuestra, como director y creador, tener ideas cinematográficas y una herencia que sabe mezclar el estilo de la comedia adolescente norteamericana con el costumbrismo argentino y el absurdo. Vóley es una maravilla y, vista a la distancia, es también la amarga comprobación de que todo esto no tuvo la necesaria continuidad; o si lo tuvo no se encuentra en el centro del mainstream que intentó representar sino en los márgenes del cine más independiente. Tal vez haya que buscar en el cine de Ariel Winograd, pero sus películas le hablan a un público más adulto. Vóley fue la gran comedia juvenil del cine argentino, casi un canto de cisne para el género.
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