El club de las cinco: Priscilla + Gervais + rugbiers + Rugna + Odenkirk
Por Mex Faliero
PRISCILLA dirigida por Sofia Coppola, con Cailee Spaeny, Jacob Elordi y Emily Mitchell. En cines (desde el 4 de enero en MUBI).
-Sofía Coppola tona una nueva biografía para convertirla en otra de sus historias sobre personajes femeninos melancólicos, atrapados en un sistema que los oprime. Pero lejos del panfleto, la directora construye otro relato de una sensibilidad y una sutileza alejada del cine gritón del presente. Aquí cuenta la historia de Priscilla Beaulieu, una joven de 15 años que se termina enamorando y casando con una estrella de la música internacional: no sé si lo conocen, un tal Elvis Presley. Es interesante ver Priscilla como un díptico con la vibrante Elvis de Baz Luhrmann. Mientras aquella es un juego desaforado con las reglas del biopic, aquí Coppola construye un drama reposado, sereno, con un nervio que se va definiendo en el interior del personaje. Está claro: para Coppola, Priscilla fue aquella chica que, obnubilada, terminó presa en una suerte de casa de muñecas erigida por la estrella, cuya vida de éxito sólo vemos a través de revistas o la pantalla de televisión. Sobre esa liberación, progresiva, lenta, desencantada, se va edificando este drama que cuenta con el habitual refinamiento visual de la directora.
ARMAGEDDON dirigido por John L. Spencer, con Ricky Gervais. En Netflix.
-Nuevo especial de comedia de Gervais, el humorista británico y millonario. Lo de millonario no es un dato menor: no sólo porque Gervais lo sugiere a cada rato, sino porque ese superpoder (el mismo que reconocía Batman en la película de La Liga de la Justicia) es lo que le permite hacer un bollo con la corrección política y romperlo en la cara de los espectadores. En Armageddon, Gervais se asume con woke (esa porción de la población híper sensibilizada con todos los dramas de la humanidad que suelen manifestarse por medio de la cancelación y la prohibición de aquello que le afecta) para, obviamente, terminar diciendo que lo woke es una tontería impracticable. Es verdad que a esta altura hay una repetición en la provocación de Gervais, que a veces resulta impostura y en otras un dejo de superación moral un poco adoctrinante. Pero, ahí donde acierta, Gervais es insuperable: no sólo porque se anima a hacer chistes con lo que hoy muy pocos se animan (en público), sino porque es decididamente muy gracioso. No para todos los estómagos, claro. Y esa es la gracia.
LA SOCIEDAD DE LA NIEVE dirigida por J.A. Bayona, con Enzo Vogrincic, Agustín Pardella, Matías Recalt. En cines (desde el 4 de enero en Netflix).
-La historia de los rugbiers uruguayos que se accidentaron en Los Andes y pasaron más de 70 días hasta que -los que sobrevivieron- fueron rescatados, es súper conocida. La hemos visto en documentales, en relatos periodísticos, en entrevistas, incluso en ¡Viven!, aquella emblemática película de los 90’s. Por eso lo que hace Bayona aquí toma el carácter de la proeza, porque logra uno de los objetivos fundamentales del cine: convencernos por un rato que lo que estamos viendo en la pantalla lo estamos viendo por primera vez. El director español tiene experiencia en cine de género y también en cine sobre tragedias reales que exceden lo humano para mostrar su ingobernable espíritu de supervivencia: lo logró en Lo imposible, donde nos sacudía con aquella familia perdida en medio de las consecuencias de un tsunami, y lo vuelve a hacer aquí. Bayona construye personajes con pequeños retazos, pero lo principal es su pericia para shockearnos sin atravesar nunca los límites del buen gusto: y hay dos secuencias notables, la del accidente y la de la avalancha, y ahí está la manera sutil y pudorosa forma con la que aborda el canibalismo. La sociedad de la nieve logra ser un gran espectáculo y, también, un drama humano sumamente intenso.
NO SABÉS CON QUIÉN ESTÁS HABLANDO dirigida por Demián Rugna, con Germán de Silva, Martín Tchira, Héctor Bidonde. En CineAr Play.
-Ahora que a partir de Cuando acecha la maldad Rugna se puso de moda, no está nada mal recomendar esta comedia de 2016 que pasó un poco desapercibida en su momento, pero que muestra las variantes que maneja el director más allá del terror. Hay dos personajes medio impresentables que, claramente, se proponen algo que excede a sus posibilidades: matar de forma accidental a un criminal gitano al que le deben plata. Eso, lo de proponerse cosas por encima de la capacidad individual, es un tema recurrente de la comedia y Rugna lo explota saludablemente. A partir de una serie de equívocos la violencia irá escalando y también la comicidad, en una película que incorpora elementos de la comedia negra, del cine de género ochentoso y citas cinéfilas que Rugna dispone como buen cinéfilo popular que es.
NADIE dirigida por Ilya Naishuller, con Bob Odenkirk, Aleksey Serebryakov, Connie Nielsen. En Netflix.
-Esta película circuló en tiempos de pandemia y fue una verdadera revelación. Odenkirk, excelente comediante y humorista, brillaba por entonces en esa maravilla de Better call Saul y Nadie lo ponía en un lugar inesperado. La premisa es la siguiente: unos delincuentes ingresan a una casa y el dueño no hace mucho por protegerse o proteger a su familia, que lo empieza a mirar con desconfianza. Claro, el tipo no reaccionó porque se conoce demasiado: cuando se desata, es una máquina asesina. Y así, cuando el tipo vaya a buscar venganza, comenzará una escalada de acción híper violenta y caricaturesca (hay una secuencia en un colectivo que es memorable) que la vuelve, por lo hiperbólica, sumamente graciosa. La clave de Nadie es nunca presumir su humor, sino construirlo a base de exageraciones y gestos irónicos, como la impecable banda sonora que musicaliza algunas secuencias. Detrás de todo esto está la gente de la saga John Wick y ahí cierra todo. Ver a Odenkirk moliendo a palos a medio mundo no es algo que se pueda ver todos los días. Imperdible.