El club de las cinco: simios + Efron + Hathaway + espionaje + cambio
Cinco recomendaciones (o no) de cine y series para el fin de semana: “El planeta de los simios: nuevo reino”, “La garra de hierro”, “La idea de ti”, “El velo” y “El gran cambio”.
EL PLANETA DE LOS SIMIOS: NUEVO REINO dirigida por Wes Ball, con Freya Allan, Kevin Durand, Dichen Lachman. En cines.
-La fascinación de Hollywood por no dejar morir ninguna franquicia es loable desde una mirada empresarial, aunque lleva a una agotadora repetición. Si durante la década pasada la nueva trilogía de El planeta de los simios -que era una suerte de precuela de aquella- había resultado una interesante actualización de la vieja saga, la historia parecía estar resuelta con el ascenso de los monos y la consumación de su poder. Pero, como decíamos, nada está muerto mientras rinda comercialmente… Y aquí tenemos este reinicio, que arranca “varias generaciones después” según indica una placa en el comienzo, con los simios viviendo en diversas comunidades y padeciendo el poder despótico de una de ellas. A la película de Wes Ball le cuesta unos minutos sentar las bases de su mundo, pero una vez que lo logra avanza satisfactoriamente arrojando un par de elementos sobre los que parece querer andar esta nueva trilogía: la resistencia de los humanos y una nueva disputa al poder, aunque en sentido inverso al que ya vimos. Entre guiños a la original de 1968, efectivas secuencias de acción y una última media hora a puro misterio y tensión, El planeta de los simios: nuevo reino defiende con orgullo su herencia y sienta las bases de una historia interesante. Esto no es más que un prólogo y, como tal, está bastante bien.
LA GARRA DE HIERRO dirigida por Sean Durkin, con Zac Efron, Jeremy Allen White, Harris Dickinson. En cines.
-Conviene no informarse demasiado sobre la historia de los Von Erich, una familia dedicada a la lucha libre en los años 80’s en Estados Unidos, si uno va a mirar esta película. Y es que esta saga familiar, integrada por un papá dominante, una abnegada madre y cuatro hijos varones, está plagada de tantas sorpresas que mejor dejarse llevar por el apasionante relato que hace Sean Durkin. La lucha libre es una mezcla de competencia atlética con puesta en escena circense, aunque tiene sus riesgos, como bien deja en claro La garra de hierro. A Durkin lo que le interesa es centrar la historia en Kevin, el hermano mayor (notable interpretación de Zac Efron), que parece destinado a ser la gran estrella de la familia, pero quien es relegado una y otra vez por su intenso progenitor. En ese camino, se van sucediendo una serie de tragedias, que reconfiguran la mirada de Kevin sobre ese mundo idílico que construyó, un personaje que es casi un niño en cuerpo gigante, que vive con inocencia todo lo que lo rodea y que Durkin ilustra con una notable escena en la que imagina un paraíso edulcorado, secuencia que podría caer en el ridículo y que sin embargo se sostiene gracias al pulso y el talento del director. Capaz de contar esta historia sin buscar lo lacrimógeno ni caer seducido en el morbo, el tono justo y pudoroso de Durkin lo que vuelve apasionante a esta película.
LA IDEA DE TI dirigida por Michael Showalter, con Anne Hathaway, Nicholas Galitzine, Ella Rubin. En Prime Video.
-La comedia romántica nunca desapareció, pero bien es cierto que se ha convertido en un subgénero marginal en tiempos donde la mirada de género observa con desagrado la estandarización histórica de los personajes. Sin entrar en detalles acerca de cómo el cinismo postmodernista atenta con la pureza de historias que requieren cierto nivel de nobleza por parte del espectador. Por eso llama la atención la entrega de Anne Hathaway a una comedia romántica hecha y derecha, que tiene sus elementos rupturistas, pero que nunca deja de ser una de señora conoce chico. Esa es la clave. Porque La idea de ti sigue a una madre que acompaña a su hija a un concierto y termina enamorándose del joven cantante de una boys-band de esas que en los 90’s eran furor. Michael Showalter, que con la notable The big sick había logrado jugar a la comedia romántica mientras reflexionaba sobre otras cosas, intenta aquí el mismo objetivo, aunque con resultados un poco más limitados. Porque si bien es cierto que el romance entre Hathaway y Nicholas Galitzine está jugado con cierta osadía para la mostración del sexo que habitualmente tiene la comedia romántica, hay elementos que se meten y resultan excesivamente anticlimáticos, como la mirada externa sobre la diferencia de edad de la pareja (que parece un poco fuera de época ya, como las boys-band). Pero claro, Hathaway es una actriz increíble y se banca todo, incluso las demasiadas vueltas que da el guion para resolver el conflicto.
EL VELO (miniserie) creada por Steven Knight, con Elisabeth Moss, Yumna Marwan, Dali Benssalah. En Star+.
-La captura de una sospechosa mujer en un campo de refugiados en la frontera entre Siria y Turquía es la punta de lanza de juego de máscaras donde nadie parece ser quien dice ser. Ni la mujer capturada (posiblemente el cerebro detrás de una célula terrorista islámica) ni la agente que se encarga de la tarea de llevarla desde allí hasta París (una mujer con un pasado que se vislumbra complejo y una identidad que se observa resbaladiza). Si el primer episodio se asienta sobre la relación entre estas dos mujeres, la serie creada por el experimentado Steven Knight se abre luego hacia el juego de los espías y la especulación sobre un posible atentado nuclear a gran escala. Si bien no parece sumar mucho al género, más teniendo el antecedente de la intensa Homeland, El velo gana por la presencia de Elisabeth Moss como la agente encargada de la misión, una actriz que sabe manejar la ambigüedad de su personaje, aunque no le creamos demasiado las escenas de acción. Y eso, la ambigüedad, es algo que le sienta perfecto a las historias de espías y aquí resulta clave para sostener el misterio. Van 3 episodios de un total de 6.
EL GRAN CAMBIO dirigida por Brock Heasley, con Kristoffer Polaha, Neal McDonough, Elizabeth Tabish. En cines.
-El estreno de esta película en los cines argentinos abre preguntas que exceden a esta columna, pero… ¿cómo llega una película decididamente mala, sin estrellas en su reparto, a ocupar un lugar en la cartelera mientras otros productos con cierto potencial y mucha mayor calidad no lo hacen? También podríamos preguntarnos qué hacen Neal McDonough y Sean Astin acá adentro, pero cada uno paga la prepaga como puede. Lo cierto es que no hay nada para rescatar de una película que mezcla ciencia ficción con andamiaje rebuscado y romance trágico -como un Nolan Clase B- con absoluta impericia, construyéndose sobre una lógica narrativa que nunca se entiende y cuyo dispositivo podría haber dado para la felicidad si alguien se hubiera percatado del despropósito que es todo. Pero si nada funciona, encima hay que soportar un intencionado mensaje religioso que la vuelve soporífera, aunque abierta a la lectura en clave kitsch y la celebración burlona del consumo irónico. Los productores son los mismo de El sonido de la libertad, y ahí se explica un poco todo. Sobre los créditos, como en una de Marvel, hay una escena en la que nos piden colaboración para seguir produciendo películas. Quedó inaugurado el cine diezmo.
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