El espeluznante accidente de un nene con TEA que movilizó a la prohibición de los caños de escape libre
Marcelo Capelli, uno de los ideólogos de la ordenanza que fue aprobada la semana pasada, se interiorizó en el tema después de llevar a la clínica a un niño con autismo, quien se había mordido la lengua por el ruido de dos motos.
Después de la aprobación de la ordenanza que prohíbe que las motos circulen con escape libre, en busca de evitar ruidos molestos y contaminación sonora, el secretario de organización del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) y uno de los gestores de esta modificación, Marcelo Capelli, contó la impresionante historia que lo movilizó para impulsar la iniciativa.
La ordenanza, aprobada el jueves pasado, fue trabajada intensamente en la Comisión de Movilidad, donde se le incorporaron distintas modificaciones, adecuando así el proyecto original que había presentado el concejal de Unión por la Patria, Miguel Guglielmotti. Y aunque el proyecto fue presentado por el edil, para conocer la historia completa debemos ir más allá y volver en el tiempo, al día en que un hecho inesperado despertó el interés de Capelli.
Hace alrededor de dos años, el secretario de Acción Social del gremio estaba en la vereda de su casa, cuando lo sorprendió el “desesperado” pedido de ayuda de una señora, quien “cargaba una criatura en brazos, un toallón ensangrentado y un fragmento de la lengua del nene”. Esa señora exasperada era Miriam, mujer de un chofer de larga distancia de Tucumán que había venido a pasar unos días a la casa de su hermana.
Rápidamente, Capelli la subió al auto y los llevó al Centro de Referencia Pediátrico. Y mientras el niño era atendido y luego llevado al quirófano, él se quedó conversando con Miriam por tres horas, hablando sobre los padres con hijos con autismo, en relación a los caños de escape y las contraexplosiones de las motos.
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Recién en ese momento pudo vislumbrar qué había sucedido. “Me cuenta que dos repartidores que se habían encontrado en un semáforo se saludaron haciendo sonar el caño de escape. Entonces, el nene que estaba jugando salió disparado, se chocó la puerta del baño y se cortó la lengua. Es un nene de cinco años con innumerables cicatrices en su cráneo porque cada vez que pasaba, reaccionaba así”, relató.
Ese evento lo movilizó. Según le expresó a este medio, regresó “muy enojado” y aún con sangre en su ropa, frenó en un negocio de delivery de su barrio y le contó a los trabajadores lo que había sucedido. En el momento en que trataba de hacerlos entrar en razón, "salió el dueño y les dijo que no vuelvan sin el caño de escape original, que no podía repetirse”. En ese punto, Capelli averiguó cuáles eran las asociaciones que nuclean a padres con niños con autismo en la ciudad y conoció a “La Casa del Ángel” y a “Mundo Azul”. Los convocó, se reunieron en el sindicato, lograron una concientización y comenzaron la campaña “Tu escape hace daño”, en la que a comerciantes que trabajan con deliveries les pidieron que verificaran los escapes de las motos.
Dicha iniciativa tuvo “mucha reciptividad y éxito”, y por medio del concejal Miguel Guglielmotti se animaron a diseñar y escribir una ordenanza, la que ”estipula que son tres las partes involucradas: el repostero que vende un caño de escape ilegal, los comerciantes que promueven su venta a través de un delivery y el conductor del motovehículo".
Pero aclaró que la idea “no es quedarse con las motos, ya que hay personas que mantienen a su familia con el vehículo, sino concientizar”. De esa manera, añadió que la ordenanza manifiesta que la motocicleta “será retenida, pero que si en X cantidad de días volvés con un caño de escape homologado, no orginal porque es muy caro, te llevás la moto”. Sin embargo, también remarcó que si sos “reincidente, hay multas de por medio”.
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“Hay nenes que han perdido un ojo por salir corriendo y chocarse la rama de un árbol. Las madres vinieron y contaron algunos relatos que, si no tomás conciencia a partir de eso, no debes tener ni conciencia de padre ni de hermano”, indicó.
Asimismo, por la gran repercusión a nivel nacional que tuvo la noticia, expresó: “Fuimos los primeros en escribirla y presentarla, pero luego se demoró casi dos años. Ahora queda reglamentarla e instrumentarla, para lo que necesitaremos que el Municipio y Tránsito tome cartas en el asunto. Hay buena voluntad del Ejecutivo”.
“Es en beneficio de todos y en contra de nadie. No le queremos sacar la moto a nadie. Hoy, más que nunca, la moto es una herramienta para llevar un ingreso a tu casa, y no es la intención de la ordenanza, sí educar. Lo que más molestan son las contraexplosiones, que superan a la pirotecnia. Los nenes están en su mundo, jugando y los agarra desprevenidos. Y no es un juicio económico, si es un 50% más barato tener un caño de escape homologado que uno preparado para hacer ruido o con doble cámara”, aseguró el referente gremial.
En última instancia, recordó que “los únicos” que no asistieron a las reuniones organizadas por SMATA fueron los comerciantes que venden respuestos de motos. “Ellos saben, están stockeados de caños de escape y es una mercancía muy cara. Fueron convocados tres veces pro la cámara que los nuclea y nunca se apersonaron. Lo tendrían que haber previsto”, concluyó.
APROBACIÓN DE LA ORDENANZA
Uno de los puntos importantes fue la decisión del secuestro de las motos con escapes adulterados y la obligación de los dueños de reponer los escapes homologados para que los vehículos vuelvan a su estándar de fábrica.
Para el presidente de la Comisión de Movilidad, Guillermo Volponi, “ahora los vecinos tendrán mayor tranquilidad, mejorarán su calidad de vida, y se reducirá el efecto nocivo que los ruidos generados en el medio ambiente y en las distintas personas y animales”. En ese sentido se expresó también el autor de la iniciativa, Miguel Guglielmotti quien tomó el pedido de SMATA para llevarlo al Concejo y comenzó a trabajar en las comisiones hasta hallar el visto bueno de todos los bloques.
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