El Gobierno estudia restricciones más duras, con apoyo de la Provincia y la Ciudad
Preocupados por los números diarios de contagios de coronavirus, algo que el presidente Alberto Fernández hablará con los gobernadores en estos días, desde el Gobierno nacional se preparan emitir un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que prorrogará las restricciones, aunque no se descarta que sean más duras que las actuales, como lo pide la Provincia. Aunque la gran novedad estaría dada por el acompañamiento del Gobierno porteño, que analiza tomar medidas más duras, e incluso estudia la posibilidad de cerrar las escuelas, una medida siempre resistida por Horacio Rodríguez Larreta.
Desde la administración de Fernández reconocen que los casos están por encima de lo que puede soportar el sistema de salud, algo que el grupo de asesores sanitarios vienen marcando desde hace días. Por eso, cuando se venza el viernes el actual decreto, el Presidente emitirá otro que prorrogará el actual sistema que establece parámetros para definir la existencia de distritos de “bajo riesgo”, “mediano riesgo”, “alto riesgo” y la situación de “alarma epidemiológica y sanitaria”.
Lo que aún no resolvió es si sumará mayores restricciones, sin tener que llegar a un cierre total, como fue en el inicio de la cuarentena el año pasado. Aunque el máximo mandatario no solo tiene la mirada puesta en el Área Metropolitana, que sigue siendo la mayor preocupación de la segunda ola, sino también observa con preocupación e inquietud lo que está sucediendo en provincias como Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
Más allá que las próximas horas serán clave para definir cómo se sigue desde el sábado, en Balcarce 50 apuntan a reforzar la baja en la circulación y a acotar el margen para que no se generen reuniones sociales. Es que si bien hubo una baja de casos durante la primera semana de este mes, el escenario no cambió en los siguientes días y se llegó a una meseta alta.
Una de las posiciones más firmes de cara al nuevo decreto en este caso es la de la Provincia de Buenos Aires, que ve con mucha preocupación no solo los números del AMBA sino cómo se han extendido al interior, donde cada vez más municipios bajaron a fase 2. En ese sentido, el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, volvió este lunes a advertir que desde el punto de vista sanitario “lo más lógico” sería tomar una medida “de cuidado fuerte”, como un “cierre acotado en el tiempo” en los próximos días, aunque admitió que también hay otras variables, como la económica, que pesan a la hora de tomar las decisiones.
“Pareciera cada vez más lógico tomar una medida de cuidado más fuerte, por un tiempo más acotado, para terminar de vacunar, darnos un poco más de tiempo y preservar el sistema de salud”, dijo Kreplak. “Esto se viene planteando en todo el mundo: si uno logra hacer un cierre muy fuerte, por ejemplo un cierre total, esos cierres pueden ser más acotados en el tiempo y luego empezar a liberar a medida que bajan los casos; si los cierres son parciales, la eficacia de la medida también es parcial, es menor, tiene menos impacto social y económico pero la eficacia es menor, y se prolonga más en el tiempo”, explicó.
Según la información difundida por el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, los contagios en el interior de la provincia de Buenos Aires subieron un 27,4% en la última semana, mientras que bajaron 2,7% en el AMBA.
Cambio de postura
La novedad, probablemente, esté dado en el acompañamiento total que haga el Gobierno porteño del futuro DNU de Fernández, ya que analiza medidas más restrictivas que incluiría la posibilidad de cerrar las escuelas, una medida siempre resistida por Rodríguez Larreta.
El motivo para estudiar nuevos cierres es que, en medio de la segunda ola de coronavirus, hay un “amesetamiento alto” de casos, algo que desde Provincia y Nación vienen marcando desde hace un tiempo pero que hasta ahora Larreta se negaba a avanzar.
“Necesitamos seguir bajando los casos”, dijo el ministro de Salu