El Senado aprobó la expulsión de Edgardo Kueider
Con 61 votos afirmativos, 5 negativos y una abstención.
El senador Edgardo Kueider, quien está detenido en Paraguay por intentar ingresar a ese país con más de US$ 200 mil sin declarar, fue expulsado hoy de la Cámara alta por iniciativa del kirchnerismo y con el apoyo de la UCR, un sector del PRO y hasta los propios libertarios.
La decisión fue adoptada en una sesión especial que se vio cruzada por el pedido de desafuero y detención solicitado por la jueza Sandra Arroyo Salgado contra el entrerriano.
La votación arrojó 60 votos a favor y 6 en contra, los cuales correspondieron al radical Maximiliano Abad; los macristas Carmen Alvarez Rivero, Andrea Cristina, Alfredo De Angeli y Martín Goerling; y Carlos "Camau" Espínola, compañero de bloque de Kueider que pidió cambiar su voto luego de haber acompañado a la mayoría. En tanto que el salteño Juan Carlos Romero de Unidad Federal se inclinó por la abstención, los dos senadores por Santa Cruz estuvieron ausentes.
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En tanto fracasó el intento del oficialismo de avanzar con la suspensión del senador de Unión por la Patria, Oscar Parrilli, al no alcanzar los dos tercios que se necesitaban para habilitar el tratamiento en el recinto por no tener despacho de comisión. La medida había sido incluida en el temario a pedido de la vicepresidenta Victoria Villarruel, a raíz de la causa abierta por el Memorándum con Irán, en la que el senador cercano a Cristina Kirchner está procesado e irá a juicio oral por orden de la Corte Suprema. La votación fue 34 votos a favor de la propuesta, 31 en contra y 1 abstención que correspondió al propio Parrilli.
Con la expulsión aprobada por el Senado, Kueider se quedó sin fueros y podrá ser juzgado tanto en Paraguay como en la Argentina, donde enfrenta dos causas por enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
La jueza Arroyo Salgado investiga si tres departamentos que el ahora ex legislador tiene en Paraná habrían sido adquiridos con fondos provenientes de presuntos sobornos que la compañía Securitas habría pagado a la empresa estatal Energía de Entre Ríos Sociedad Anónima (ENERSA), en momentos que el legislador formaba parte de su directorio.
Hasta el miércoles a la noche, tanto la UCR como el PRO apoyaban la opción de la suspensión hasta el 1° de marzo, propuesta por el oficialismo con el objetivo de reducir los daños generados por Kueider y evitar que los K sumen una nueva banca que quedará para la camporista Stefanía Cora, que acompañó la boleta de Kueider. Incluso, en los pasillos del Congreso, los dialoguistas justificaban la decisión argumentando que el entrerriano tiene derecho a la defensa.
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Sin embargo, toda la estrategia cambió horas antes de la sesión cuando se conoció la noticia de que la jueza Arroyo Salgado había notificado por mail a la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, sobre su pedido de desafuero y detención de Kueider.
En la reunión de bloque de la UCR se bajó un mensaje de que no se podía votar en contra de la expulsión de Kueider. Por eso, durante la sesión, el fueguino Pablo Blanco anticipó el cambio de posición, cuando luego de haber señalado que Kueider debería haber renunciado, anunció que iba a apoyar "la echada o la destitución, como dicen más elegantemente".
Más tardes, Eduardo Vishi, jefe de la bancada, confirmó su voto en favor de la destitución. "Daña tanto lo que ha hecho Kueider como la hipocresía de los últimos 20 años de este sector político que se hace el distraído de la serie de condenados que tiene, que tuvo hasta la presidente de este cuerpo condenada", deslizó el correntino apuntando contra el kirchnerismo y Cristina Kirchner, quien fue condenada por corrupción en el marco de la causa Vialidad.
En realidad fue una combinación de factores lo que hizo virar a los radicales. Como había quedado acordado el temario, el Senado votó primero el pedido de expulsión firmado por Mayans junto a Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti y posteriormente se iba a tratar la propuesta de suspensión del libertario Ezequiel Atauche.
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La estrategia del oficialismo era hacer caer la expulsión para dejar a los K obligados a votar la suspensión, pero como no estaban asegurados los dos tercios de los presentes, la UCR quiso evitar quedar como aquella fuerza que hubiera pedido que el entrerriano sea sancionado. Por eso terminaron votando con el kirchnerismo.
Fuente: Clarín
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