"¿Quién me ha robado el mes de Abril?" dice Sabina en una de sus canciones que se hizo eco en el mundo de habla Hispana a partir de la pandemia de COVID-19 y la consecuente cuarentena. La misma respuesta es para "¿Quién le ha robado el cumpleaños a Abril?"

Cuestiones económicas, cierre de negocios, locales e incluso reuniones privadas han sido coartadas por el DNU de aislamiento social, preventivo y obligatorio. Y dentro de este contexto, quienes cumplieron y cumplen años, se ven limitados a la hora del festejo.

La modalidad de videollamada ha sido la mejor manera para no pasarlo solos. Aunque los que ya peinan algunas canas o están acompañados por algún familiar en esta cuarentena, pasan por alto y no lamentan el festejo.

Pero los "15" de una niña es otra cosa. Fiesta o un viaje (de moda por estos tiempos), imposible. La celebración de quince años de una mujer tiene varios orígenes, pero la más probable es la costumbre proveniente de las grandes culturas precolombinas: aztecas y mayas de México que realizaban los ritos de pubertad para indicar la entrada a la vida adulta y la aceptación de responsabilidades de las mujeres.

Seguramente como tantas otras, hoy Abril Calabria se quedó sin fiesta de celebración (o viaje, de haberlo elegido). Pero tuvo una linda sorpresa, ya que su padre Gustavo, Teniente Primero del cuerpo de Bomberos, quien es chófer del autobomba, se acercó hasta la vivienda de Santiago del Estero tocando las sirenas y colocó un pasacalles en conmemoración a los "15" de su hija.

Al bajar, junto a sus padres y su hermana, más compañeros de Bomberos de Gustavo, le entregaron una torta y no hubo mucho tiempo para más. Es que el Teniente Primero está de guardia. Beso, foto y a seguir trabajando.

Cumpleaños de 15