Cada vez más investigaciones muestran el impacto que tiene la curva de glucosa sobre la ansiedad y antojos que tenemos entre comida.

Es importante tener en cuenta que no hay que sólo considerar las calorías sino también la calidad de los alimentos.

¿Por qué no sirve pensar en calorías?

Cuando comemos se producen cambios químicos en el cuerpo que van a depender de la calidad y combinación de los alimentos.

Después de comer es normal que aumente la glucosa y se libere una hormona llamada insulina.

Cuánto más alta es la curva de glucosa mayor secreción de la insulina.

Cómo mantener a raya la curva de glucosa

Para evitar los picos de ansiedad entre comidas es importante combinar los alimentos altos en hidratos de carbono con alimentos altos en fibra, proteínas y grasas.

La secuencia ideal sería la siguiente, según los especialistas:

Vegetales de todo tipo principalmente hojas verdes: rúcula, espinaca, radicheta, lechuga.
Proteínas y/o grasas: proteína, carne de vaca o pollo, o pescado o huevo o tofu o legumbres. Grasas paltas, semillas o frutos secos o aceite.
Hidratos: pasta o arroz o polenta o tartas o cereales o pan.
Dulce: algún postre dulce o fruta.

Ejemplo:

Entrada: ensalada de hojas verdes.
Primer plato: salteado de tofu o pollo. Luego, la pasta.
Por último, la fruta.
Otro tip es tomar un vaso de agua con una cucharada sopera de vinagre de alcohol o manzana.
Está comprobado que el ácido acético del vinagre ayuda a mantener más plana la curva de glucosa generando menos ganas de comer hidratos y dulces.

El impacto del vinagre en el metabolismo

Se obtiene de la fermentación del alcohol. El componente que cumple esta función es el ácido acético.

Funciona de la siguiente manera:

Desactiva temporalmente la enzima alfa amilasa que es la encargada de ayudar a desdoblar el almidón en glucosa por ende al dificultar este proceso, el almidón se convierte en glucosa más lentamente y su absorción hacia la sangre es más lenta.
Estimula la absorción de la glucosa hacia los músculos facilitando la formación de glucógeno muscular.
Reduce la cantidad de insulina circulante.
Estimula a nuestras mitocondrias para oxidar más grasa a través de un efecto que tiene sobre nuestro ADN.
tip principal: primero consumir los vegetales, en segundo lugar las proteínas y o grasas, en tercer lugar los hidratos y por último el dulce o fruta.