El entrenador de Círculo Deportivo analizó la buena situación que está atravesando el equipo en el Federal “A” que lo tiene al borde de la permanencia, un objetivo que parecía lejano hace poco tiempo atrás: “si bien no tenemos el brillo de otros equipos, somos competitivos”.

**Marcelo Straccia celebrando el gol del triunfo ante Cipolletti (Foto: Martín Angelini)**

Por Rodrigo Divito (@rodrigodivito)

Círculo Deportivo está atravesando un buen momento en el Torneo Federal “A” que le ha permitido alejarse del fondo de la tabla y quedar al borde de asegurar matemáticamente la permanencia.

La mejora se evidenció desde la llegada de Marcelo Straccia como DT; quien habló en Marca Deportiva Radio (FM 99.9) sobre la situación del equipo: “de local nos hicimos fuertes y en los últimos cuatro partidos, todo lo que logramos fue del minuto 90 para arriba. Nos ponemos eufóricos por el triunfo, porque nos cuesta hacer un gol”, dijo sobre el triunfo agónico ante Cipolletti.

Hoy están al borde de lograr el objetivo de quedarse un año más en el certamen, algo que hace poco tiempo atrás parecía muy difícil: “cuando vinimos no imaginábamos que faltando una fecha o antes que termine el torneo podíamos estar salvados. Estábamos abajo de Liniers y en zona roja, hoy tenemos varios equipos abajo. Si se nos dan algunos resultados, podemos incluso entrar entre los 8 que no es el objetivo inicial”.

Algo había que cambiar en un equipo que no podía encontrar buenos rendimientos. Straccia remarcó que “encontramos un equipo con buenos jugadores, con buen pie, pero había cierto desorden táctico. Apuntamos a ordenarlos, a ser agresivos y convencerlos de que podíamos ir a hacer algo más que defendernos solamente y jugar de contra. Cambiamos algunos sistemas, hicimos un equipo corto, agresivo en la recuperación, con líneas más cercanas para atacar en bloque. Los jugadores lo entendieron, se entregaron al máximo y cuando las cosas se dan, se convencen más rápido. Si bien no tenemos el brillo de otros equipos, somos competitivos”.

La situación cuando llegaron era realmente difícil y hoy parece haber quedado prácticamente atrás porque los niveles de confianza se elevaron notablemente: “había mucha preocupación a nivel dirigencial, a nivel grupal con los futbolistas y fuimos transmitiendo otro mensaje de confianza y que todos cambiemos ese chip que teníamos antes. Es un club que me apoyó y confió en que lo podíamos revertir. Con el paso del tiempo en el trabajo, les demostramos a los jugadores que lo que decíamos lo hacíamos y nos fueron creyendo”.

Le quedan tres partidos para cerrar la fase regular, de los cuáles dos son ante los últimos de la tabla de posiciones lo que podría significar la permanencia: “ahora tenemos un viaje largo, porque tenemos que ir a San Juan para jugar con Desamparados, es un partido muy complicado porque nos cuesta de visitante. Tenemos que ir a sumar y definir el próximo de local. Dependemos de nosotros, no de otros, con uno o dos puntos estaríamos salvados”.