Por primera vez desde 2008, el partido socialista ganó las elecciones generales en España este domingo. Con el 99,53% de los votos escrutados, su líder, el presidente saliente Pedro Sánchez tiene un buen margen para formar gobierno con aliados, sin la necesidad de pactar con los independentistas catalanes.

El PSOE de Sánchez, y la izquierda radical de Unidas Podemos, que encabeza Pablo Iglesias, alcanzaron 165 escaños, pero no llegarían a la mayoría absoluta (176). El PSOE logró 123 escaños y Podemos 42, con lo cual necesitarían el apoyo de otros partidos para gobernar. "El presidente está a punto de alcanzar el gobierno sin necesidad de los independentistas catalanes", dicen fuentes del PSOE, según La Nación.

El bloque de la izquierda le ganó al de la derecha, que se queda todavía más lejos del gobierno. De todos modos, los medios españoles destacan la buena elección de Vox. El partido de ultraderecha, que participó por primera vez de unas elecciones nacionales alcanzó 24 escaños.

El conservador Partido Popular (PP), otrora, la fuerza más poderosa de la derecha, hizo el peor resultado de su historia con una caída que nadie se atrevió a imaginar: 65 legisladores de los 137 que tenía. Ha perdido más de los que conserva.El liberal Ciudadanos con 57 diputados, queda a menos de diez del PP, que era el líder de ese arco.

Dentro del mundo independentista catalán también hay movimiento. Realizó una buena elección, pero con el avance notable de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), que se convierte en la fuerza mayoritaria de ese mundo, muy por arriba de Junts per Cat, que orienta el ex presidente regional Carles Puigdemont.

Hasta ahora, la hispano argentina Cayetana Alvarez de Toledo lograría llegar al Congreso por el PP de Barcelona. La participación en las elecciones generales ha sido del 75,78%, nueve puntos más que en los comicios de 2016.