Fuertes cruces entre Menem y la UCR por el tratamiento del DNU de Milei
La Unión Cívica Radical y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, quedaron envueltos en la polémica luego de que el partido pidiera, a través de una carta, avanzar con la covocatoria a la Comisión Bicameral que debe analizar la validez de los DNU, a lo que el dirigente de La Libertad Avanza respondió señalando el reclamo no tiene “injerencia ni relevancia”.
De modo formal, la UCR pidió “con urgencia y sin más demoras” que Menem cumpla con lo establecido por el artículo 3 de la Ley 26.122 y “designe a los integrantes de la Cámara en la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo, el único paso pendiente para que la misma pueda funcionar”.
La intención del radicalismo es avanzar con un rechazo del DNU, que tiene que recibir solo el visto bueno de una de las cámaras o no ser tratado por ninguna para seguir vigente. Ante la ausencia de fuerza parlamentaria para sostenerlo, el gobierno parece apostar por estirar el tratamiento de la norma, que desregulariza amplios sectores de la economía.
Menem, por su parte, si bien admitió que “está bien que lo planteen diputados”, remarcó que dirigentes como el senador Martín Lousteau –presidente del partido e impulsor y firmante de la carta “no tienen injerencia ni relevancia en cuanto al pedido”, por conformar a otro cuerpo del Congreso.
“Me llama la atención… Tanto que se habla de la bicameral y han estado bastante tiempo sin abrir la boca. No han pasado por ahí los decretos de Alberto Fernández. La comisión estuvo mucho tiempo sin funcionar”, enfatizó Menem en declaraciones radiales.
Con la firma del presidente del Comité Nacional, Martín Lousteau; el pedido estuvo respaldado por los vicepresidentes Inés Brizuela y Doria y Luis Naidenoff; los titulares de las bancadas de diputados y senadores, Rodrigo De Loredo y Eduardo Vischi y los vicepresidentes de los bloques de diputados y senadores, Karina Banfi y Pablo Blanco.
“Si el gobierno anterior se aprovechó de su mayoría para bloquear el funcionamiento de la Comisión durante dos años, asistimos hoy a una nueva degradación institucional en la que este gobierno ni siquiera la constituye”, escribieron los máximos dirigentes de la UCR.
Al respecto, Menem retrucó: “Cuando no la ven, no la ven. La Argentina emprendió un rumbo y votó a un presidente para que haga lo que está haciendo, lo planteó a través de un proyecto de ley importante. Esta manera de obstaculizar plantea un divorcio entre un sector de la política y lo que votó la gente”.
La UCR, dividida
En tanto, el diputado radical Leopoldo Moreau dijo que en el interior del radicalismo, “como ocurre en casi todos los movimientos nacionales y populares, históricamente hay una puja entre una corriente revolucionaria y otra más apegada al status quo. Eso acompaña al radicalismo desde su nacimiento”.
“En tiempos más modernos de nuestra historia, se podría decir que el radicalismo -en la década del 70, 80-, asumió a través de lo que se denominó el alfonsinismo, una actitud disruptiva”, agregó. No obstante, lamentó que “esa impronta se ha ido diluyendo con el tiempo”.
“El radicalismo hoy está en un dilema que lo coloca frente a la decisión de volver a formar parte de lo que podríamos llamar el campo nacional, popular y democrático o sostenerse como el furgón de cola de un proyecto de centro-derecha. Eso se ha instalado en el radicalismo como una discusión, y me parece sano”, aseguró.
En este marco, la puja se da en el partido con las diferentes posiciones que lo enfrentan a la decisión de acompañar u oponerse al el DNU de Milei y Sturzenegger.
“(El radicalismo) Pidió que se conforme urgentemente la comisión. Podrían haberse sumado los 13 senadores que tiene el radicalismo, que son decisivos, al pedido que hizo Unión por la Patria para que el día jueves que viene se reúna el plenario del Senado y se trate este tema. Creo que todavía subsiste ahí el prejuicio de no ir a la cola del kirchnerismo”, expresó Moreau.
En este sentido, afirmó que que el partido “todavía está muy influido por los medios de comunicación que dicen que cualquier cosa que haga en favor de los intereses de los argentinos es aliarse con el kirchnerismo”.
“Con ese pretexto, tienen paralizada a la dirigencia radical. Aunque del otro lado hay mucha presión de la base radical que les dice ‘muchachos el DNU es hasta peor que la ley ómnibus’. Y ya tiene consecuencias muy concretas contra la clase media. Y el radicalismo representa a la clase media, por eso no va a acompañarlo“, cerró.