Gasoducto a Vaca Muerta: el Gobierno ya avanzó con China para asegurar obras por US$1900 millones
Mientras a fines de marzo se concretó el primer paso hacia la construcción del primer tramo del gasoducto a Vaca Muerta, el Gobierno avanzó con China para garantizarse el financiamiento de la segunda etapa. Será la obra que unirá el sistema troncal desde la provincia de Buenos Aires y a la de Santa Fe. El tramo 2, como se conoce a la obra, será vital para ampliar la capacidad de transporte y así disminuir la dependencia de la importación del combustible en invierno.
El gasoducto, bautizado como Néstor Kirchner por la gestión de Alberto Fernández, es una de las principales apuestas oficiales para lograr el autoabastecimiento energético. Su operación y obras está a cargo de Integración Energética (IEASA), ex Enarsa, que puede realizar los trabajos o derivarlos a terceros. Fue declarada de “interés nacional” y se creó un fideicomiso por $40.000 millones para tener operativo, al menos en parte, a partir de mediados de 2023.
El tramo 2 es un entramado de obras para conectar la provincia de Buenos Aires y Santa Fe y más que duplicar la capacidad de transporte. Requerirá una inversión de US$1900 millones según los cálculos oficiales. Forma parte de los 10 proyectos que ya acordaron el Gobierno con China para que Beijing financie a partir de este año y entre los que se destaca la construcción de la cuarta central nuclear del país, Atucha III.
Así, el Gobierno se aseguró el financiamiento chino de esa etapa, según el listado de proyectos estratégicos acordados entre ambas partes al que accedió TN. Se efectivizó en el marco del Quinto Diálogo Estratégico bilateral, durante la visita del presidente Alberto Fernández a su par Xi Jinping en febrero. Allí, además, se oficializó el ingreso de la Argentina a la iniciativa de la ruta de la seda, por la que se esperan desembolsos de US$23.700 millones.
La obra se iniciaría en 2023 y para más adelante también está en carpeta conversar con el país asiático la posibilidad de financiamiento para el tramo 3 de la obra de gasoductos, que busca unir el Litoral con el sur de Brasil para venderle el combustible al vecino país.
Por qué el Gobierno acordó con China fondos para el gasoducto a Vaca Muerta
La línea de gasoductos Transportar busca ampliar la capacidad para trasladar desde la mega-formación de Vaca Muerta, en Neuquén, el gas que se produce en ese reservorio y que en la actualidad está más que limitado.
La Argentina afronta cuellos de botella entre los centros de producción (que no extraen más combustible por falta de lugar donde almacenarlo o despacharlo) y de los centros de consumo en el país, que deben abastecerse con gas importado, tanto desde Bolivia como por barcos.
“Para nosotros es un objetivo ambicioso pero muy importante para poder evacuar gas producido por trabajadores argentinos, y es gas que lo pagamos en pesos y no necesitamos de otro sector de la economía que genere dólares para poder importar gas”, dijo el secretario de Energía, Darío Martínez, sobre la obra con la que se esperanzan contar desde el invierno de 2023.
A la vez, la apuesta es que una vez finalizada la obra se pueda dar vuelta la balanza energética: sustituir las importaciones de GNL, de combustibles para generar energía y de parte de las compras a Bolivia para abastecer la demanda invernal.
También más a largo plazo, piensan que se contará contar con “excedentes” para exportar a otros destinos, no sólo a Chile (como se realiza ahora). En ese potencial incluyen a China, neta importadora de energía y que busca cambiar sus fuentes contaminantes (carbón) hacia las más renovables.
La ecuación es más o menos lo siguiente: el gas que se produce en Vaca Muerta (segundo reservorio mundial de ese combustible con extracción no convencional) llegará mediante el gasoducto a los puertos de Buenos Aires (Bahía Blanca y Escobar), donde se convertirá en GNL para trasladarlo en barcos a todas partes del mundo.