Hablar más alto puede dispersar más el coronavirus
Hay muchos factores de los que tenemos que ser conscientes para convivir con el coronavirus y la COVID-19. La distancia social, el aislamiento si y parece que el volumen al que hablamos lo vamos a tener que sumar a estos factores.
En un estudio reciente se explica de una manera muy clara: cuanto más alto hablemos, más tiempo dejamos partículas en suspensión que pueden contagiar el COVID-19.
El estudio tiene sus limitaciones, eso sí, y es importante exponerlas antes de entrar en detalle. Se trata de un experimento en ambiente controlado, y el mundo real no lo es: hay cambios de temperatura, presión y humedad del aire, algo que el experimento no ha tenido en cuenta.
Pero aún así, el experimento es interesante: se pedía a distintas personas que repitiesen la misma frase a distintos volúmenes de voz, y se comprobaba cuántas partículas, cuántas “gotitas” dejaban en el aire, y cuánto tiempo permanecían esas gotitas en el ambiente.
La diferencia era importante. Cuando la gente “elevaba” la voz, no sólo expulsaban más partículas, si no que se quedaban en el ambiente en torno a ocho minutos, y en algunos casos hasta 14 minutos.
No todas esas gotitas tienen por qué contener partículas del virus, ni todas las partículas pueden contagiar el COVID-19. Pero este estudio deja claro que el volumen de voz al que hablemos tiene una influencia en la capacidad de contagiar el virus. Sobre todo si, como dicen los investigadores, sus cálculos son conservadores, esto es, han preferido quedarse cortos que pasarse.
Si pensamos en que, la mayoría de nosotros, cuando nos mantenemos a dos metros de otra persona tendemos a elevar la voz, no está de más tenerlo en cuenta.