"Hijos" de Marcelo Tinelli que "innecesariamente gritan"
Por Héctor Peirou
Les llamo "los hijos" de Marcelo Tinelli quien fue uno de los primeros conductores en nuestra televisión que sin justificación alguna protagonizaba todo tipo de desbordes, exageración e innovación. Con su aparición en Telefé --hace más de dos décadas-- se estableció un antes y un después, sin lugar a dudas. Pionero en su estilo, que con el correr del tiempo muchos trataron de imitarlo, pero las segundas partes nunca fueron buenas. A partir del creador de "Video Match" llegaron varios a las distintas pantallas que pensaron que siguiendo el camino iniciado por él, les garantizaría el éxito. Y no fue así.
Hoy en día se puede ver a diario a muchos conductores en distintos canales que gritan y exageran sin necesidad alguna, pensando que la sobreactuación es más efectiva y se logra mejor rating. No siempre esta fórmula es sinónimo de éxito. Todo lo contrario, cansa y aturde, por ende el televidente huye despavorido por el "sanador" y maravilloso control remoto.
Mariano Sebastián Luján Iúdica es un ex bancario devenido en humorista, actor, conductor de televisión. Sus primeros trabajos en la pantalla chica fue como camarógrafo para el envío "El Rayo", también productor y editor, así que del tema conoce, y mucho. La primera vez que apareció como co-conductor en "Venite con Georgina" que produjo Antonio Gasalla, espacio éste que le brindó la oportunidad de seguir como notero. Pero la gran posibilidad se la dio Gerardo Sofovich en "La peluquería de Don Matero" y "Polémica en el bar" en Canal 9.
--Iúdica" impuso la frase "El caballo alado de Telefé y lo hacía de manera casi grotesca, exagerada e innecesaria. Quizás pensó que al acuñar ese latiguillo y de la manera que lo "interpretaba" quedaría en la historia. Tenía todo el derecho de hacerlo y ese idéntico derecho le asiste al televidente --como es este caso-- de expresar si le gusta o no. No olvidemos también su otra marca registrada "¡¡dáleeeeeeeeeeeee¡¡".
La televidentes no son sordos y no es necesario que los conductores griten hasta el límite de lo insoportable.
El conductor Germán Paoloski tiene en su haber una sólida formación académica. Estudió Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y es egresado de la Escuela Superior de Ciencias Deportivas (ESED). No es un advenedizo en la profesión. Es un excelente profesional con dilatada trayectoria. En estos momentos conduce su propio espacio "Nunca es tarde". Sabe preguntar aunque muchas veces "peca" por no saber escuchar al entrevistado y cuando tiene que hacer silencio comienza a editorializar con sus compañeros de equipo.
--El tic que más llama la atención en Paoliski es cuando anuncia a cada uno de su staff: la manera enfática que lo hace, gestos y mohínes son más que exagerados. Ni hablar el tono de voz: altísimo. ¿Cómo se manejaría si le tocara en suerte hacerle un reportaje a Antonio Banderas, o a Sofía Loren o a Robert de Niro? ¿Agregaría un megáfono a su micrófono corbatero?
Alejandro Wiebe más conocido como Marley se inició haciendo algunas pequeñas apariciones esporádicas en el programa de Susana Giménez, luego quien le dio la gran oportunidad fue Nicolás Repetto. Al retornar a Telefé condujo varios programas, y en cada uno de ellos se manejó con idéntico lenguaje y recurriendo a la risa para superar limitaciones expresivas. No hace muchas noches llevó adelanto la gran gala de "Moisés y los Diez Mandamientos" con sus protagonistas en vivo. Cada frase dicha por Marley en esa oportunidad fue al límite del grito y la exageración. ¡¡Patético¡¡
José María Listorti es un comediante, locutor, actor y conductor. Alcanzó su popularidad al formar parte de programas tan exitosos como "Videomatch" y "Showmatch". El debutó en televisión siendo un niño --tema que muy pocos recuerdan- junto a Héctor Larrea en "Seis para triunfar". Estudió la carrera de Locutor Nacional en COSAL (Comunicaciones Salesianas) y se recibió a finales de 1993.
En estos momentos está de lunes a viernes en la pantalla de Canal 13 y aquí demuestra lo actoral: sobreactúa de manera buscada, orientada, quizás pensando que la exageración y el levantar la voz lo hace mejor conductor. Y no es así. En todos los casos siempre hay que encontrar el equilibrio. De todas maneras es su forma de ser y hay que respetar, aunque al televidente no le guste, como es mi caso.
Alejandro Fantino no escapa a esta regla. La reiteración: "pará, pará, pará" ya es una identidad en cada uno de sus programas. O quizás frente a cualquier pregunta o editorial que hace, es mezclar el fútbol --mencionar por enésima vez que hizo la campaña de Boca por el mundo-- , su ciudad natal --San Vicente- y la pesca o tal o cual tía. Aunque estos temas nada tienen que ver con el entrevistado.
Jorge "Cacho" Fontana, Antonio Carrizo, Héctor Larrea, entre muchos otros íconos de la televisión argentina manejaron un estilo más mesurado, más sobrio y más elegante. Esto le aportó al televidente un magnetismo muy especial y el inmenso placer de gratificarse en cada programa. Pero ahora las épocas han cambiado. Predomina otra temática que la adoptan todos aquellas que quieren estar a la onda vigente.