Infarto agudo de miocardio: "De estar atentos, se pueden disminuir los riesgos"
Como todas las semanas, la licenciada en Salud y ex directora del Municipio en esa área, Patricia Fortina, llevó una nueva columna a "UPM" de Mitre (FM 103.7). En este caso, el tema a tratar fue el infarto agudo de miocardio, "la principal causa de muerte en Argentina y el mundo", dentro de las enfermedades del sistema circulatorio.
En principio, la licenciada aclaró en la previa a la columna: "Es una enfermedad que cualquiera puede sufrir. Es grave, se producen 50 mil por año en Argentina, de los cuales 15 mil llevan a la muerte de manera inmediata. Es importante saber qué es".
Entonces, explicó: "Es cuando alguna de la arterias del corazón tiene un efecto isquémico, se cierra, no pasa sangre, es decir que por consecuencia no envía oxígeno, y una parte del músculo cardíaco se muere. Dependerá de la arteria afectada y del lugar donde se produzca la situación".
Al mismo tiempo, señaló que es "la principal causa de muerte en Argentina y el mundo", dentro de las que son enfermedades del sistema circulatorio, tanto en mujeres como varones. También agregó que tiene un impacto "muy fuerte" en la salud pública y destacó que, "de estar atentos, se pueden disminuir los riesgos".
LAS SEÑALES
"A veces tenemos un dolor en el pecho, denominado ángor que aprieta un poco y después se disipa. Otra de las señales es un cansancio excesivo. Y la mala alimentación, sobre todo si en nuestra dieta hay muchas grasas refinadas, o la falta de ejercicio, pueden generar la enfermedad. Lo mismo si nunca nos ejercitamos y practicamos algún deporte a altos niveles cuando no es habitual en nosotros. El control médico es muy importante", aconsejó la especialista, que además nombró al alcoholismo y tabaquismo como causas del infarto de miocardio.
En otro punto, resaltó que si bien puede ocurrir a cualquier edad, el inicio es "a partir de los 40-45 años en personas que no tuvieron control o se excedieron" en algunas de las áreas mencionadas. En esas personas, recordó que el desencadenante puede ser "una situación de esfuerzo o un disgusto importante".
Asimismo, recomendó: "Siempre debemos ir al médico clínico, que tiene un panorama general de nuestra salud. El cardiólogo sólo verá el corazón y el neumonólogo los pulmones. El clínico junta los estudios de todos los especialista y, en todo caso, indica qué es lo que necesitamos".