Juicio abreviado para los ocho imputados por ataques neonazis
Los ocho imputados por ataques neonazis en Mar del Plata irán a juicio abreviado, según acordaron el fiscal federal Juan Manuel Pettigiani y la defensa de los jóvenes, de entre 18 y 28 años. De esta forma, quedó descartado el juicio oral que se había confirmado en febrero.
Se trata de Oleksandr Levchenko, Alan Olea, Gonzalo Paniagua, Nicolás Caputo, Franco Pozas, Giuliano y Giordano Spagnolo y otro joven cuya identidad no se difunde porque era menor al momento de cometer los hechos, quienes se encuentran detenidos desde hace más de un año.
Los acusados afrontan cargos por “lesiones graves y leves” y “daños y amenazas”, los cuales contemplan una pena de hasta 3 años de prisión y posibilita la realización de un juicio abreviado.
Para Franco Martín Pozas y Marcos Caputo, la fiscalía pidió la suspensión del juicio a prueba, mientras que solicitó el sobreseimiento de Giordano Spagnolo. En tanto, el resto de los imputados fueron solicitadas penas de tres años de prisión.
Los acusados fueron imputados por hechos de violencia que se registraron en Mar del Plata en 2015 y principios de 2016. Los jueces Alejandro Tazza, Eduardo Jiménez y Jorge Ferro habían solicitado llevar la causa a debate oral “en el menor tiempo posible”, para el tratamiento amplio de las cuestiones probatorias, que sustentan el expediente.
Los ataques violentos se sustentaban en la ideología nazi, promoviendo la discriminación racial, alentando a la persecución o el odio contra grupos de personas minoritarios que profesan el derecho a la igualdad, con la finalidad de colonizar e imponer sus ideas nazis, combatiendo las ajenas por medio del temor o la fuerza, discriminando política, religiosa, xenofóbicamente y sexualmente a quienes consideran “diferentes”. Los imputados conformaban los grupos denominados “Bandera Negra” y/o el grupo “Frente Skinhead Buenos Aires Mar del Plata” (FSSBA).
El modus operandi de la organización, al menos desde el inicio de 2014, fue a través de pintadas con aerosol de carácter intimidante, con cruces esvásticas, y leyendas nazis del estilo “siegheil” y descalificativos discriminatorios como “reventadas” en los frentes de tres viviendas. Además, proliferaban distintas amenazas.
También hubo agresiones físicas en forma grupal a sus víctimas, golpes de puño, ataques utilizando elementos contundentes, con filo, caños de pvc rellenos con concreto, palos con clavos, manoplas, cascotes y cajones de verdura, “quedando de manifiesto, como característica común, la posición desaventajada de las víctimas, no sólo por no poseer herramientas de defensa, sino además por el número de agresores que generalmente rondaban en más de tres personas”, había afirmado el Ministerio Público Fiscal.
A su vez, se cometieron daños materiales en las propiedades que pertenecerían, o a las que concurrirían en forma asidua, las personas hostigadas, generando roturas de vidrios, ventanas y paredes. A ello se sumaban también amenazas en redes sociales.