Kiwi: la historia y el destino de una fruta extranjera en la ciudad
Hay un fenómeno que se está dando en Mar del Plata hace mucho tiempo, y tiene que ver con la producción de Kiwi. Laureano Goycoa, presidente de la Cámara de Productores de Kiwi, le contó a Radio Mitre Mar del Plata sobre los orígenes de la fruta, el proceso de producción y los destinos hacia los cuales se exporta.
“El kiwi es una planta originaria de China. Nueva Zelanda la adopta y le da el nombre por el animalito típico de ese país que es el kiwi, y la similitud ente el animal y la fruta, y son los que lo explotan mundialmente”, inició el experto en la materia.
Enseguida, Goycoa explicó con criterio y argumentos, por qué se llegó a generar la producción en tierras locales: “Argentina tiene una particularidad, y Mar del Plata más propiamente dicho, que está en la misma latitud que Nueva Zelanda, es decir, tiene clima y suelos óptimos para el desarrollo de éste cultivo. El kiwi de esta zona es de excelentísima calidad, inclusive mucho mejor que otros competidores en el mundo”.
“En Argentina se empezó a experimentar con el cultivo entre 1989 y 1990, y más o menos a partir de 2004 empezó a tener un crecimiento más acelerado”, se extendió Goycoa, quien refiriéndose a los tiempos, también detalló el margen entre la siembra y la primera cosecha: “Es una producción a largo plazo, una inversión que se realiza hoy y recién al sexto año entra en producción la planta; cuarto o quinto año dependiendo del manejo, por eso es una inversión a largo plazo”.
Una vez obtenida “la primera tanda” de kiwis, la planta produce el fruto una vez por año durante una vida útil promedio: “Como base, tenés unos 35 años si hacés las cosas bien desde que plantaste el plantín, para todos los años sacarle una cosecha”.
Aproximadamente existen unas 200 variedades de kiwi y en Argentina se conoce una de las variedades verdes llamada Hayward. “Hace unos años una de las firmas que pertenece a la Cámara firmó un contrato con una empresa que se llama Jintao, el kiwi tiene el mismo nombre, y es un kiwi amarillo”, contó Goycoa.
La exportación de la fruta que se produce en Mar del Plata y la zona llega hasta Europa, Estados Unidos, Canadá, algunos países asiáticos, “y se trabaja permanentemente para tratar de abrir nuevos mercados, porque tenemos la particularidad de que el kiwi nuestro es muy rico en cuanto al sabor, llegamos a unos stándares de calidad de los más exigentes del mundo y se está empezando a dar a conocer en el mundo”, confesó el presidente de la Cámara.
Por supuesto que la producción de kiwi también atañe a cuestiones relacionadas al empleo y a la propia generación de puestos de trabajo: “En un campo de 15 hectáreas donde antes se sembraba soja, trigo, que tenías un cuarto de persona ocupada por año, hoy en épocas del año tenés capaz que 15, 20 personas ocupadas. La mano de obra es un punto muy interesante a tener en cuenta en cuanto al desarrollo del cultivo”, aseguró Laureano Goycoa.
A la hora de sacar el kiwi del país para que llegue a los destinos mercantiles, Goycoa manifiesta que utilizan tato el puerto de Mar del Plata como el de Buenos Aires. Sin embargo, la idea es utilizar en mayor medida la salida local: “Se está trabajando mucho con el municipio para lograr que la exportación por Mar del Plata sea más fluida, pero muchas veces por temas de navieras que exceden el puerto de Mar del Plata y de cumplir con los requerimientos de quienes compran nuestras frutas tiene que salir por Buenos Aires. Se está tratando de sacar por acá, hay algunos inconvenientes, pero qué más lindo que poder sacar la producción de Mar del Plata por Mar del Plata”.
“Tenemos la suerte de que los municipios de General Pueyrredón y General Alvarado están trabajando bastante en conjunto con respecto al tema kiwi para generar sinergia y lograr mayores objetivos”, agregó.
Por último, Laureano Goycoa aseguró que el proyecto de producción de kiwi tiene las herramientas y los espacios suficientes para que continúe creciendo: “Tenemos tierra de sobra para cultivar la zona, genera mano de obra, real y constante a lo largo del año, genera sustitución de importaciones, genera exportaciones, lo único que falta es un poco más de previsibilidad para poder invertir más firme a largo plazo o líneas de crédito flexibles que de adapten a la realidad productiva del cultivo “.