La actividad física forma parte de la salud mental
Baja la ansiedad, los niveles de estrés y facilita un mejor sueño.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física reduce y previene enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la diabetes y algunos tipos de cánceres. Además, señala que el sedentarismo ocupa el cuarto lugar entre los factores de riesgo de todas las muertes a nivel global.
Los beneficios de la actividad física regular son múltiples. No obstante, cabe remarcar que también impacta de manera positiva en la salud mental de las personas y en todas las etapas de sus vidas.
Cómo influye en la salud mental
“Algunos beneficios son el fortalecer y mantener la autonomía de las personas, reducir el aislamiento social que tienen ciertos estilos de vida, aumentar la autoestima y mejorar la imagen que tienen las personas de ellas mismas; y particularmente, en la tercera edad, contribuye a evitar el deterioro cognitivo”, indica Laura Pérez, Lic. Terapista Ocupacional.
Y afirma que para lograr estos aportes y evitar las Enfermedades No Transmisibles “se puede empezar de a poco, aún realizando actividades suaves como caminatas, acompañada de una alimentación sana y variada”. Luego, Pérez agrega: “Este proceso debe estar precedido por la consulta al médico, quien evaluara qué actividad es la más indicada y si está en condiciones de aptitud física”.
Por otro lado, apunta que es muy estrecho el vínculo existente entre los hábitos saludables, la actividad física y las mejoras en el bienestar y la calidad de vida. “Nunca debe dejarse de lado la importancia del cuidado de la salud mental como parte de la salud integral de las personas”, enfatiza.
En suma, llevar adelante una actividad física acorde a cada persona y edad impacta positivamente en la salud mental, favorece la incorporación de prácticas de cuidado preventivo y, de esta manera, mejora la calidad de vida y bienestar.
Beneficios psicológicos del ejercicio
Algunos estudios sugieren que realizar actividad física con regularidad es tan efectivo para el tratamiento de la depresión como las terapias de conversación o los medicamentos, pero con menos efectos secundarios que los medicamentos. El ejercicio también podría resultar beneficioso si tienes trastornos relacionados con la ansiedad, como fobias, ataques de pánico o estrés.
El ejercicio regular ayuda a tratar la depresión y la ansiedad; reduce el nivel de estrés y ayuda a dormir mejor.