La alimentación en los niños pequeños
Desde Unicef Argentina destacan la importancia de ofrecerles platos caseros que incluyan alimentos sin condimentos ni agregados de azúcares y sal.
A partir de los 6 meses de edad, los niños comienzan a incorporar alimentos semi sólidos para pasar luego a los más consistentes. En esta etapa el niño o la niña necesita mucha energía para crecer y desarrollarse. El pan, la papa, batata, la polenta, la sémola, el arroz, los fideos, las pastas, la avena, el cuscús, el trigo burgol y la quinoa son alimentos ricos en energía. Alguno de ellos tiene que estar presente en cada comida. También es importante agregar un poquito de aceite en todas las comidas, porque le dará las grasas que necesita y lo ayudará a sentir sensación de saciedad.
Las grasas que están en el pescado son esenciales para el desarrollo del cerebro. Por eso, es importante que el bebé coma pescado desde el inicio, al menos una o dos veces por semana. Otros alimentos que también contienen grasas esenciales son la palta y los aceites de canola y soja.
¿Qué alimentos no le hacen bien al bebé?
Lo que el niño o la niña necesita para crecer de forma saludable son los nutrientes que se encuentran naturalmente en carnes, verduras, legumbres, frutas, semillas y cereales integrales.
Cualquier azúcar es peligroso, pero cuando está en un líquido es todavía más dañino, porque se absorbe más rápido, sube la glucosa en sangre rápidamente y no da sensación de saciedad. Es el efecto que producen los azúcares de los refrescos, jugos artificiales, aguas saborizadas, bebidas para deportistas y jugos de fruta envasados. Estas bebidas no se les deben dar a los niños y las niñas menores de 3 años, ni siquiera para probarlas. Lo único que precisan es agua.
No es saludable agregar sal a las comidas. La sal tiene sodio y este aumenta la presión arterial desde edades muy tempranas. El sodio que los niños y las niñas necesitan está en los alimentos naturales y la leche materna.
A veces se piensa que son mejor las galletitas o los cereales que el pan para el desayuno, pero no es así. El pan de panadería, el pan flauta, el pan rústico o el casero siempre es la mejor opción. Todos ellos se elaboran únicamente con harina o harina integral, agua, levadura y sal, no contienen grasa y casi nada de azúcar.
Alimentos engañosos
El bebé no necesita comer alimentos envasados que se promocionan como adecuados para niños y niñas ni productos con el agregado de vitaminas o minerales.
No agreguen sal a las comidas ni le den al niño o a la niña productos que la contengan. Permítanle descubrir el sabor natural de los alimentos.
La mayoría de los postres lácteos, gelatinas, papillas de cereales para bebé, galletitas dulces, galletas saladas y jugos tienen mucha cantidad de azúcar, sal o grasas.
Y aunque pueden parecer adecuados para el bebé, no son saludables y pueden producirle daños.