La batalla contra el granizo en Mar del Plata: métodos y tecnologías mendocinas
En medio de repentinas tormentas y granizadas que azotaron a la ciudad, un enólogo explicó cuales son las innovadoras estrategias con las que protegen sus viñedos.
En los últimos días, Mar del Plata fue sorprendida por repentinas tormentas acompañadas de una abundante caída de granizo de gran tamaño, lo cual generó preocupaciones entre los productores de la región. Ante este panorama, el programa De Boca en Boca de Radio Mitre Mar del Plata dialogó con Silvio Alberto, uno de los grandes enólogos argentinos, quien nuevamente figuró entre los 100 mejores enólogos de la revista Drinks Business. Durante la entrevista, el profesional abordó el impacto de los fenómenos climáticos en la viticultura, especialmente en Mendoza, la principal zona productora de vino del país.
Alberto destacó un aspecto crucial para la agricultura en Mendoza: el agua. “Durante los dos últimos años, tuvimos buenas nevadas, lo que aseguró el suministro para el año en Mendoza", explicó, recordando que la nieve en la alta montaña representa la principal fuente de agua en una región que, de otro modo, es un desierto. "Mendoza depende de la nieve de la alta montaña, que es su reserva de agua", agregó.
El enólogo mencionó la grave crisis hídrica que afectó la región en años anteriores, cuando las napas freáticas disminuyeron drásticamente. “La disponibilidad de agua fue muy baja, pero gracias a las nevadas, los diques de Mendoza se llenaron por completo”, comentó, aliviado por las tormentas que contribuyeron a recuperar los niveles de agua.
Al referirse a fenómenos climáticos más impredecibles, Alberto comentó sobre una reciente granizada en la zona sur de Mar del Plata, un evento que no ocurría desde hace una década. “Es fundamental proteger la economía vitivinícola de la provincia”, dijo, haciendo referencia a la necesidad de sistemas de protección más eficaces ante eventos climáticos extremos como el granizo.
El enólogo recordó que la zona sur de Mendoza, especialmente San Rafael, ha sido históricamente la más afectada por las granizadas. “Las piedras llegaron a ser del tamaño de una naranja, y los daños no solo afectaron a los viñedos y frutales, sino también a las casas y autos”, explicó. Para mitigar estos daños, se desarrollaron varios métodos de protección, entre ellos el uso de telas antigranizo en los viñedos. “Estas telas, de distintas formas y usos, protegen los racimos”, señaló.
En los últimos años, Mendoza implementó un sistema innovador de lucha contra el granizo utilizando aviones pequeños equipados con cohetes que liberan yoduro de plata y otros compuestos químicos para reducir el tamaño de las piedras de granizo. “No estamos hablando de un Boeing 737, sino de una avioneta pequeña que debe ingresar a la celda granicera, lo cual es complicado y peligroso”, explicó Alberto, quien señaló que las condiciones meteorológicas pueden hacer que estos vuelos sean extremadamente arriesgados.
El enólogo detalló que, en algunas áreas como el Valle de Huco, las corrientes de aire dificultan que los aviones lleguen a la altura necesaria para intervenir. Sin embargo, en otras zonas, como el sur de Mendoza, los aviones lograron sembrar las nubes y disminuir el tamaño del granizo. “Aunque no siempre es posible, este sistema ha sido útil para aliviar los daños”, agregó.
La lucha contra los fenómenos climáticos en Mendoza ha sido un desafío constante, pero, como señaló Silvio Alberto, las tecnologías y métodos innovadores han ayudado a mitigar los efectos de la crisis hídrica y las granizadas. A pesar de las dificultades, la viticultura mendocina sigue adelante, adaptándose a los cambios climáticos y protegiendo una de las economías más importantes del país.
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