La despedida que merecía el número 1: homenaje a Fernando Belasteguín
En medio de las finales del Mar del Plata Premier Padel P1, se realizó un emotivo homenaje a uno de los mejores jugadores de la historia.
No había despedida que pudiera estar a la altura de su enorme legado, pero había que intentarlo. Esta tarde en el Polideportivo “Islas Malvinas” se desarrolló un homenaje a Fernando Belasteguín después de haber disputado su último torneo profesional en la Argentina.
Desde el inicio, la emoción estaría presente porque el nacido en Pehuajó ingresó acompañado por su papá y su mamá mientras de fondo, en vivo, sonaba música en vivo para recibirlo entre el griterio del público presente.
Las imágenes de su carrera girando en una pantalla gigante aunque resulta imposible resumir las emociones de todo un recorrido como el que ha tenido Belasteguín, pero sirvió para la emoción plena que no sólo lo invadía a “Bela" sino también a sus padres.
Al momento de tomar la palabra, el jugador que supo estar 16 años como el mejor del mundo, convocó al resto de su familia para que estén dentro de la cancha en ese momento tan particular.
“Quiero aprovechar este momento para agradecerle a Juan Martín Díaz que me ha enseñado muchísimo a lo largo de mi carrera. Siempre compartí cancha con jugadores que eran mejores que yo y me fui adaptando a ellos”, dijo primeramente.
Los agradecimientos eran constantes, como los esfuerzos por no romper en llanto en medio del discurso. El momento más duro de sus palabras fue cuando citó el tiempo que llevaba lejos de casa y que lo ha llevado a repetir incansablemente que “el dolor de alma de estar lejos de la familia es mucho más grande que cualquier dolor físico que te da el deporte”.
En ese sentido, casi como una despedida final de la Argentina indicó que “todos los que tengan a su familia cerca, aunque estén peleados, abrácenlos porque yo que los tuve siempre lejos no lo podía hacer o sólo de vez en cuando”. Acto seguido como broche de su momento en el corazón de la pista se abrazó con toda su familia a modo de despedida del padel profesional en Argentina.
Quedaría momento para la entrega de una placa especial en manos de Alejandro Lasaigues otro de los jugadores más grandes de la historia del padel en todo un símbolo de la noche.
En el corazón de la cancha, con su familia y con el público que lo ha seguido y alentado incluso cuando la distancia era un condicionante. Una leyenda viviente para el padel que sólo podrá ser dimensionado cuando ya no esté más en las canchas algo que, al menos, no volverá a suceder en Argentina.
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