Con más de diez años de existencia, los feriantes de la Plaza Dardo Rocha se transformaron en una numerosa comunidad formada por alrededor de 400 trabajadores. Un grupo de vendedores se trasladó en el año 2013 desde la Plaza San Martín y convirtió el espacio en una de las ferias más importantes de la ciudad.

Por más que al paso uno puede quedarse con la amabilidad y sonrisa de los feriantes, algunos instalados con tablas, caballetes, mesas, algún que otro gazebo o mantas, queda en la sombra el trabajo y la realidad de estas personas a las que tantas veces les asentimos con la cabeza mientras observamos sus productos. 

Desde las inmensas corporaciones hasta los vendedores de semáforo sintieron la crisis económica del país. Pero acá es una nueva lucha cada día. Los feriantes le madrugan al sol para conseguir una posición beneficiosa, mientras intentan vender continúan produciendo, soportan las épocas de mayor frío y finalmente cruzan los dedos para llevar “un plato de comida a casa” cuando la luz se vuelve a ir, como le contó Marco, laburante de la famosa feria, a El Marplatense.

Al llegar el 15 de julio, las expectativas se renuevan, y más aún si el clima les hace un favor y no quedan condenados a salir a la calle con temperaturas bajo cero. “Las ventas mejoran poco a poco. Está complicado, pero intentamos balancear los precios para que sea económico y, con buenos productos, para que sea beneficioso para los vendedores", sostuvo.

Para él hay tres puntos que no se negocian en la feria; "el orden, la disciplina y la limpieza”. Y razón no le falta. Hace años, este medio realizó un informe de la feria y una de las preocupaciones era esa, el desborde de vendedores que a su vez generaba un conflicto para hallar un lugar agradable. Así se mantiene la feria, que además ha tenido intervención de Inspección General por su sorprendente crecimiento. 

En paralelo, el trabajador comentó que tuvieron “un pequeño incremento en las ventas”, lo que espera que se mantenga de esa manera “hasta que terminen las vacaciones de invierno”, ya que “venía muy duro”.

Entonces, consideró: "Es una lucha constante para los desempleados, porque estamos acá por falta de trabajo. Son muchas horas que estamos, desde las 6 hasta las 18, para llevar un plato de comida a casa”. 

Marco vende productos de cocina y busca “la mejor calidad en la mercadería, ya sea usada o no", es decir buenos productos a buenos precios.

Modalidad de la feria

Por otra parte, aunque cada uno tiene su puesto y la diversidad caracteriza a la feria, destacó que se acercan muchas personas de otras ferias que se dedican a la compra y reventa, incluso quienes luego venden por internet. A este factor lo siente como "una cadena para que podamos seguir”, según resaltó.

A diferencia del modo de pago que las ferias solían utilizar, con el avance de la tecnología debieron actualizarse e indicó que en la actualidad la mayoría cuenta con billeteras virtuales, por lo general Mercado Pago, aunque intentan ser prudentes porque han sufrido estafas.

Y si una frase caracteriza a este sector, es con la que Marco sentenció la entrevista. “Siempre tratando de salir adelante”, manifestó. Gobierne quien gobierne, sin importar el contexto, la expresión nunca va a dejar de tener validez en un país como Argentina. Ideando qué producir, qué comprar y revender o cómo ganar en precios, las gran comunidad con más de diez años de presencia comparte un mismo objetivo: salir adelante.

De acuerdo a las palabras de Marco, son desempleados con trabajo, personas que trabajaron toda su vida y hoy se la rebuscan como sea. Le sacan agua a las piedras y no solo para llegar a fin de mes, sino para llegar al fin del día, para no caer con las manos vacías.  

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El Marplatense

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