La grieta de Guernica: entre las piedras de las familias de la toma y el aplauso de los transeúntes
La toma de Guernica volvió a generar una grieta en la población, entre los que apoyaban el desalojo y quienes defendían a las familias que usurparon los terrenos. La misma situación tuvo lugar durante el desalojo, cuando los efectivos recibieron piedrazos y fueron aplaudidos por igual.
Fuentes cercanas a la fuerza local de bomberos, que viajaron para formar parte del operativo narraron en diálogo con El Marplatense lo que se vivió durante el desalojo.
La jornada inició alrededor de las 5 de la madrugada. Los distintos efectivos (policías de distintas áreas, algunos también enviados de Mar del Plata, y bomberos) ingresaron por tierra, por puentes armados para la ocasión y por agua.
"Fue un operativo grande y pudimos reestablecer el orden rápidamente. Éramos muchos y eso está bueno. Por qué intimida más", contaron. Se desplegaron una gran cantidad de recursos logísticos como helicópteros, UTV, Cuatriciclos y drones.
Una vez que ingresaron, la situación se puso "dura" porque "estaban bien preparados". Allí comenzaron a revolear todo tipo de objetos contundentes como piedras, botellas, cascotes y fierros. Además, había una persona con un megáfono que arengaba a las personas que resistían el desalojo.
"El choque grande fue dentro del predio. En ese momento no había medios. Lo que mostraron los medios fueron choques más chicos, de la misma gente que se iba diseminado por la zona y en las esquinas se plantaban", describieron.
Si bien "no son situaciones lindas", en líneas generales se desplegó un buen trabajo. Incluso, contaron que cuando finalizaron y estaban de regreso, pasaban vehículos y la gente los aplaudía.