La historia del marplatense que diseña motos en China
El marplatense Rodrigo Ezequiel Alvarez es un diseñador industrial que cumplió uno de sus sueños: un producto que él dibujó se hizo realidad. Y no se trata de cualquier producto, si no de motos que diseñó en China, donde se encuentra trabajando.
El camino de Rodrigo a China no fue sencillo y sólo se posibilitó gracias al esfuerzo constante. Actualmente, se desempeña como líder creativo y diseñador de productos para la marca Benelli-Keeway.
“Estamos trabajando en varios conceptos de motos, partes para cantonización, graficas, etc. Recientemente lanzamos la retro cruiser keeway 202 y la cafe racer 152, donde trabajamos varios diseñadores de Argentina e Italia”, describió Álvarez en comunicación con El Marplatense. “La idea se viene trabajando desde mis comienzos en China y mi pasantía fue para trabajar en esa moto. Después de varios días logramos conseguir el concepto detrás de la moto y la fuimos puliendo hasta que la lanzamos”, añadió.
Un camino largo, difícil y soñado
Claro que no fue fácil para él llegar hasta este trabajo. Sus inicios se remontan a cuando se apasionaba con los vehículos desde chico, con recuerdos aún intactos de jugar con autitos, motos y tanques. A eso, se le sumó la pasión por dibujar y crear.
“Siempre me gusto dibujar e imaginar distintos productos, soluciones, aplicaciones. Mi papá fue mecánico de aviones en la FFAA y mi mamá era docente, y artista. Yo creo que uní las dos profesiones de mis padres en una sola pasión”, detalló honrado con sus raíces.
Para completar sus estudios, cursó la carrera de diseñador industrial especializada en productos en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP). “Además por mi cuenta, hice muchos cursos en capital, para enfocarme en la parte de diseño de transporte. Viajaba al menos una vez al mes a capital para perfeccionarme“, detalló
Para Rodrigo, dibujar “se convirtió en una obsesión, en la cual no me iba a dormir hasta no terminar mis 10-15 hojas A3, llenas de dibujos”. Eso lo impulsó a realizar el arduo camino, “bastante largo y difícil” de llegar a China.
“Lo único que me tranquilizaba era prepararme para el día que tuviera una oportunidad para demostrar lo que quería para mi vida. Hice un curso con la posibilidad de ganar una pasantía para venir a China, salí seleccionado y arrancó mi carrera acá. En ese momento estaba trabajando para USA, Grecia, Taiwan desde el estudio de diseño que había fundado con un amigo, pero la posibilidad de venir y cumplir un sueño me llevo a renunciar”, describió.
Trabajar, para encontrar la satisfacción
“La satisfacción más grande que tengo de trabajar acá es, como creo todo diseñador, ver un producto que arrancó desde tus dibujos hecho realidad y que sea vendido a varias partes del mundo”, narró el diseñador.
Rodrigo Álvarez siempre tiene presente una frase de Fangio, que su padre siempre repetía: “Tratar de ser el mejor sin creértelo”. “Tratar de ser el mejor en esta profesión es una de las cosas más difíciles que hay, la competencia es gigante y hay muy pocos lugares. Por eso siempre busco ser mejor diseñador del que fui ayer, e intento aprender más y más”, apuntó el marplatense.
“Me encanta ser desafiado con problemas de diseño, Sigo haciendo cursos y perfeccionándome, dibujo por lo menos 9-10 horas por día. Puedo decir que tengo la suerte de tener un trabajo de que se relaciona con mi pasión”, sentenció.
Por último, Rodrigo se refirió a sus referentes y las metas que sigue proponiéndose. “Son Craig Dent, Massimo Tamburini y Miguel Angel Galluzi, este último es EL diseñador de motos argentino más importante. Mi futuro... quizás es soñar muy alto, pero algún día me gustaría crecer profesionalmente hasta llegar a diseñar como ellos”, concluyó optimista.