La historia desconocida del padre de John Lennon: estuvo preso en la Argentina y grabó un tema que el beatle odió
Entre las grandes incógnitas y ausencias que marcaron a fuego la vida de John Lennon, las que plantea la vida de su padre Alfred constituye, probablemente, una de las que mayor peso tuvieron en la vida del beatle, que culminó de manera dramática hace exactamente 40 años, el 8 de diciembre de 1980, a manos de su asesino Mark Chapman.
“Padre, vos me dejaste, pero yo nunca yo nunca te dejé/Te necesité, pero vos no me necesitaste/Por lo tanto/sólo te voy a decir adiós”, escribió el músico en Mother, canción incluida en su primer álbum, como para dejar en claro cuál era el sentimiento que lo relacionaba con Alfred Lennon.
Sin embargo, algunas versiones parecen indicar que por momentos la distancia entre Alf y John no fue tan abismal como se supone y que, además, Lennon padre fue lo más cerca que el autor de Give Peace a Chance e Imagine alguna vez estuvo de la Argentina.
El punto inicial de la historia hay que rastrearlo en el 3 de diciembre de 1938, cuando Julia salió de su casa como cualquier otro día, pero en vez de hacerlo para ir a trabajar lo hizo para encontrase con Alf en la oficina de Bolton Street del registro civil. Cuando regresó a su casa, lo hizo con el certificado de matrimonio en su mano.
John Lennon y su madre, Julia, quien luego lo daría al cuidado de su hermana Mimi.
Según su hermana Mimi, exultante, Julia lo apoyó sobre la mesa y sólo dijo: “¡Lo hice! Me casé con él”. Tal vez como una especie de desahogo definitivo, frente al rechazo que su padre y su propia hermana habían mostrado contra él ante la mínima mención de que pudiera ser parte de la familia.
Hombre de mar desde su post adolescencia, cuando había hecho sus primeras armas como mozo de a bordo en el buque SS Montrose, Alf regresó de una nueva travesía en el SS Duchess of York para pasar la primera Navidad de la Segunda Guerra Mundial en su casa, donde días más tarde la pareja concibió a John. No era la intención, según dejaron saber los dos.
El nacimiento de John Winston Lennon, el 9 de octubre de 1940 en el Hospital Maternidad de Oxford Street, tuvo lugar en medio de las salidas de Alfred al mar y con la incertidumbre en torno a sus ingresos, que llevaron al novel padre a proponerle a su esposa que se diera la oportunidad de conocer otros hombres y que se divirtiera lo más que pudiera ya que el mundo estaba en guerra.
Julia Stanley no dudó. A tal punto, que cuatro años después del nacimiento de John, quedó embarazada nuevamente de un soldado irlandés, “Taffy” Williams, al cual había conocido en un salón de baile. Aún así, Alfred regresó a Liverpool para ofrecerle hacerse cargo del bebé y pedirle que volvieran a ser pareja, La respuesta fue un rotundo “no”, tras lo cual la mamá de John dio en adopción a la niña a un capitán del Ejército de Salvación de Noruega.
El pequeño John Lennon casi no conoció a su padre hasta varios años más tarde. /Foto Archivo
La relación siguiente de Julia, con John “Bobby” Dykins, llevó las cosas a tal límite que poco después el pequeño John quedaría bajo el cuidado de su tía Mimi, que en junio de 1946 cedió al pedido de Alfred de “pasar unos días con su hijo” en Blackpool. La propuesta no era sino una estrategia para finalmente emigrar los dos Nueva Zelanda.
Sin embargo, Julia viajó a Blackpool y desactivó el “operativo” del hombre, que se resignó una vez más a alejarse de John, esta vez por un período prolongado, durante el cual el chico pasó nuevamente a estar bajo el cuidado de su tía, una vez que regresaron a Liverpool.
Durante los siguientes diecisiete años, Alfred Lennon desapareció de la vida del pequeño John, que de a poco se iba convirtiendo en un adolescente y luego un joven con serias aspiraciones artísticas. Ni siquiera la muerte de Julia lo acercó a su hijo, a sabiendas de la negativa de Mimi a permitir cualquier tipo de contacto entre ellos.
Alfred Lennon, tal como aparece en la tapa de uno de sus simples.
Pero si algo más necesitaba Alf para perder por completo la esperanza de llevar adelante cualquier intento de recuperar la tenencia de John, lo consiguió en la Argentina, donde sumó a su prontuario dos días de encierro en una cárcel porteña. Es que, tras haber fracasado en su deseo de reencontrase con John, el hombre se hizo a la mar en el vapor Andes, que hacía su viaje inaugural a nuestro país, donde no la pasaría nada bien.
Lo que ocurrió fue que en una de sus bajadas a tierra, el marino fue sorprendido por la policía, en una ronda de rutina, y enseguida se vio reducido a un confinamiento que duró un par de días. La explicación, cuenta el biógrafo Philip Norman en su libro John Lennon - Una vida, fue que los agentes leyeron mal su pasaporte. Y allí donde debieron haber leído "A.Lennon", entendieron "John Alennon", el nombre de un notable asesino local.
Para cuando Alfred dejó Buenos Aires, su prontuario había sido corregido, pero su reputación había sumado un nuevo punto en contra difícil de remontar.
Hacia 1965, cuando Los Beatles conquistaban el mundo, Alfred se acercó a John con el deseo de contar su propia versión de los hechos. /Foto Archivo
Con todo, en abril 1964 Alfred decidió que era tiempo de hacer conocer su verdad, acerca de las razones por las cuales había dejado de buscar el modo de acercarse a John. La vía que eligió fue dar una entrevista al periódico Daily Sketch, que también se encargó de reunirlo con John.
Fue entonces cuando, acompañado por un periodista, Alfred entró a las oficinas de NEMS en Argyle Street y con temeraria determinación sacó de su letargo a la recepcionista.“Soy el padre de John Lennon”, dijo, y la empleada salió como disparada rumbo a la oficina de Brian Epstein, quien entre sorprendido y asustado mandó inmediatamente un coche para traer a John a la oficina desde el Teatro Scala, en donde filmaba con el resto de The Beatles una escena de la película A Hard Day’s Night.
El beatle dejó a su padre con la mano extendida. “¿Qué querés?”, disparó. La respuesta fue algo reflexiva y un tanto inquisitoria: “No puedes darle la espalda a tu familia a pesar de lo que hayan hecho”. Lo que siguió fue un dialogo breve que no dejó demasiada tela para cortar antes de que John lo invitara a retirarse.
Unas semanas después, Cynthia Lennon, ya esposa del beatle abrió la puerta de Kenwood para encontrarse con un hombre que “parecía un vagabundo con la misma cara de John”. Lo invitó a pasar y le dijo que su esposo no tardaría en llegar. Mientras esperaba, le ofreció un té y cortarle el pelo desordenado y largo. Alfred aceptó y después de esperar dos horas, decidió irse.
“Vi a mi padre apenas dos veces en mi vida, hasta que tuve 22, cuando él se acercó a mí después de que hubiera pegado un par de hits. Lo vi y hablé con él, y decidí que no quería saber más de él”, contó John en una entrevista ofrecida en 1966, publicada en el trabajo Anthology.
No obstante, la vida volvería a cruzarlos, y no del mejor modo. El 31 de diciembre de 1965, con el nombre Freddie Lennon, Alfred publicó el simple That’s My Life, título que provocó de parte de la prensa una comparación inmediata con la canción beatle In My Life, y una furia incontenible de parte de John. Para colmo, en el lado B el hombre incluyó The Next Time You Feel Important (La próxima vez que te sientas importante), simple con una letra que parecía encajar como anillo al dedo a su hijo.
“El mundo puede hacer de vos un rey/Sólo recuerda una cosa/Ellos tuvieron un montón de reyes antes/Y habrá muchos más”. Según algunas fuentes, tanto John como Brian vieron el lanzamiento como el intento de Freddie de subirse al éxito beatle, y el manager fue señalado como el responsable de que el tema de Alf fuera retirado de los charts, tal vez a pedido del propio John.
En 1965, en el apogeo de la Beatlemania, el gerente de talentos Tony Cartwright se enteró de que Freddie trabajaba como lavaplatos en un pub británico. Cartwright se hizo amigo de Freddie y en una columna del Daily Mail de 2012, recordó su intento de hacer del anciano Lennon una estrella de grabación. "Freddie era un artista nato, y tenía una voz cantante rica y emocional. No quería subirlo al carro de los Beatles, pero sentí que podría ser una estrella por derecho propio", dijo Cartwight.
The Dirty Mac, la banda conformada por Keith Richards, John Lennon, Eric Clapton y Mitch Mitchell en 1968; este último había grabado con el padre de Lennon tres años entes
Cartwright reservó una orquesta de 30 piezas para la sesión de grabación, que incluía al baterista Mitch Mitchell y al bajista Noel Redding, quienes más tarde ganarían fama como miembros de la Jimi Hendrix Experience.
"En Navidad de 1965, escuchamos que Alf había hecho un disco, bajo el nombre de moda de Fred Lennon", escribió la esposa de John, Cynthia Lennon en John. That’s My Life (My Love and My Home) fue horrible y muy vergonzoso para John, quien estaba furioso por el descarado salto de su padre al carro de su propio éxito. Le pidió a Brian que hiciera todo lo posible para detenerlo. No sé si Brian lo hizo o no, pero el disco nunca llegó a las listas y pronto desapareció.”
Para Freddie, en cambio, no había dudas de quién había sido el responsable de que su canción, cuyo inicio refiere indefectiblemente a Imagine, no apareciera en las listas. De hecho, su hermano Charlie contó en Charlie Lennon: Uncle to a Beatle, que Alfred había ido a visitar a John en Weybridge, para ver por qué Brian Epstein había hecho semejante cosa. La respuesta fue un portazo en su cara. "A Freddie le partió el corazón, e inmediatamente renunció al negocio de la música", escribió Cartwright. “Prefiero volver a lavar ollas”, habría dicho Alf.
Padre e hijo volverían a reunirse por última vez en octubre de 1970, John lo invitó y Alfred fue a su encuentro junto a su nueva esposa y su flamante bebé de 18 meses, David Henry Lennon. Pero la cosa terminó mal, con el beatle enfrascado en una violenta confrontacióncon su papá, quien le echó la culpa a las drogas y la terapia primal que practicaba el músico, cuyo resultado volcó en Mother.
“John agarró a Freddie por las solapas y lo sacudió, gritándole y aullando. El bebé también estaba llorando", dijo Cartwright. “John le dijo a su padre que si iba a la prensa con la historia de su vida, lo encerraría en una caja y lo tiraría de un avión al océano para ahogarlo. Freddie creía que su hijo era lo suficientemente desequilibrado para hacer precisamente eso, y nunca más vio a John”, según consignó la publicación Ultimate Classic Rock.
Una semana después, Alfred y Pauline dejaron de recibir la mensualidad que John les pasaba y poco después fueron notificados por parte de Apple que tendrían que traspasar la casa que John les había comprado a favor de la compañía. Pero unos días más tarde, John suavizó su actitud y le envió 500 libras a la pareja para que se cambiaran a un departamento nuevo en Brighton. Lo anterior fue con la condición de que regresara la casa y que jamás volviera a dar una entrevista a la prensa.
Freddie murió en 1975, a raíz de un cáncer de estómago. Tenía sólo a los 63 años.