La ONG marplatense que ayuda a personas con discapacidad desde "el arte como transformador social"
La subdirectora de la organización, Pilar Rosasco, explicó el trabajo que llevan adelante y el apoyo que le dan a los padres.
La ONG Punto Encuentro es un espacio marplatenseque reúne a jóvenes y adultos con discapacidad, con la intención de que puedan socializar entre ellos y abordar las condiciones desde un lado distinto, apostando por el arte como transformador social. En Primera Tarde de Mitre (FM 103.7), la subdirectora de la organización, Pilar Rosasco, contó de qué manera trabajan y el respaldo que le dan a los padres.
“Es una ONG que trabaja desde hace doce años con jóvenes y adultos con discapacidad, más que nada intelectual, y usamos el arte como transformador social. Tenemos una banda de percusión, nuestras bailairnas y además funcionan dos talleres más”, precisó una de las referentes de la organización.
En este tipo de casos, consideró que las familias quedan “desamparadas ante un hijo con discapacidad”, por lo que la ONG sirve como un espacio para que puedan sociabilizar. Pero Punto Encuentro también se relaciona con los padres de forma directa, donde Rosasco destacó el “apoyo” y la "tranquilidad de saber que hay un grupo de profesionales” detrás de ellos.
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“Trabajamos con las familias, sobre todo con las madres que los llevan. Tienen muchas inquietudes y buscan respuestas, muchas veces un porqué y sobre cómo deben abordar la situación. Y también quieren saber qué actividades pueden realizar sus hijos que sean fructíferas para su desarrollo”, expresó.
La fundadora es Laura Giménez, quien tomó la decisión a partir de verse en la misma situación que las familias que ahora buscan un sostén en ella, ya que su hija también tiene una discapacidad. Punto Encuentro estuvo en todos los teatros de la ciudad, participó de eventos sociales y culturales, viajó en reiteradas ocasiones a Buenos Aires y se unió además con otras ONG´s para realizar actividades.
Rosasco ingresó a la fundación como practicante y más tarde entró en la comisión directiva, pero “al observar tanto a los chicos y por la falta de una regulación emocional", tomó la decisión de comenzar un taller para ”ayudar a que gestionen de una forma más adaptativa sus emociones", según contó.
“La herramienta que les faltaba era la educación emocional, que conozcan lo que les está pasando, el porqué de lo que sienten, qué es y el impacto que tiene. Así comenzó el taller y ya hace un año que está en marcha”, concluyó.
Para más información pueden ver más contenido en su cuenta de Instagram @puntoencuentromdq.
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