La producción de cerveza artesanal, víctima del daño colateral por la pandemia
La producción y comercialización de cerveza artesanal no está prohibida por ser considerada como un alimento. Pero la situación del sector es frágil ya que la misma, salvo por el bajo porcentaje de "embottellado y enlatado", depende de la reapertura de bares, cervecerías y restaurantes, que hoy no estarían lejos de volver al ruedo.
Por esta cuestión, El Marplatense se comunicó con Leonardo Ferrari, presidente de la Cámara de Cervecerías Artesanales de Mar del Plata y socio fundador de Antares.
"El jueves se reunieron algunos dueños de los bares de cerveza artesanal con Fernando Muro. La realidad es que la producción de la producción y comercialización de cerveza nunca estuvo prohibida por ser la cerveza un alimento, según lo establece el código alimentario. El problema es que nos dedicamos de manera casi exclusiva a la venta de nuestros productos a bares y restaurantes. Entonces como no pueden abrir, la gran mayoría perdieron más del 90% de las ventas, otras el 100% y algo muy marginal de un 2% mantienen las ventas con algún delivery. Las más protegidas, como Antares, están al 10% y no alcanza ni para cubrir los gastos", detalló el titular del sector.
Y amplió que "nuestros productos están apuntados a los bares y reconvertirlo en el corto plazo es imposible. Dentro de esa complicación, fuimos incluidos entre los sectores que acceden al Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción, que da algunos beneficios para surfear la ola, que no son suficientes, pero ayudan con la reducción en los costos laborales, pago de una parte del sueldo por parte del Estado y acceso de algunos créditos".
Asimismo, Ferrari aclaró que "nuestros clientes no pueden trabajar y nos vemos perjudicados".
Una de las posibilidades que se bajara desde el Estado es la reapertura de bares y restaurantes al 30% de la capacidad de los locales. "Es mejor que nada, pero volver al 30%...", referenció.
"No hay una posición unificada, pero trabajar a ese porcentaje en la gastronomía es seguir a pérdida. También es una forma de ir volviendo. Volver al 30% durante todo un año significaría que se bajen todos del barco y la gastronomía desaparece. Si es gradual, como creo que están definiendo, es otra cosa", aseveró el presidente de la Cámara.
En cuanto a las pérdidas que generó la pandemia, aseguró que "lo que estaba envasado y destinado al mercado de bares, se perdió todo. Hay cervezas que aguantan más, al ser perecederas, pero se tiró. Sin envasar se conserva mucho mejor, pero depende de cada cervecería; la mayoría sirve si volvemos en un mes. Hay una buena parte del stock que no se va a poder utilizar cuando retornemos".
Por último, en cuanto a las protestas del sector gastronómico de los últimos días, Ferrari afirmó que "debemos seguir la comunicación con los funcionarios. Hacer un reclamo sin propuestas, no conduce a nada. Sobre todo cuando desde el Estado hay gente que quiere escuchar, me parece una falta de respeto. Es decir, la Cámara no va a ir a un ´bocinazo´ ni a un ´cacerolazo´, ni locos".