La vuelta al "café" y su mundo de sensaciones
Por Germán Ronchi
Una máquina moliendo granos, la cafetera y su ruido típico, el olor a café. La cuchara que tintinea dentro de una taza y suena al apoyarse contra el plato, el "compás" del azúcar que aún no salió del paquete; el murmullo, algún que otro grito para ganar la discusión, la carcajada de más allá. Sensaciones apagadas durante tres meses. En fin, claramente volvieron a abrir las cafeterías en Mar del Plata.
Si bien será una semana de "prueba piloto", los marplatenses retomaron inmediatamente la típica costumbre de juntarse a desayunar en el "café", el bar o el "boliche".
En Olavarría entre Alvarado y Castelli, en una típica cafetería de la zona, "los muchachos" volvieron a respirar el ambiente en el que pasan gran parte de sus días, luego de tres meses sin poder hacerlo.
Mesas distanciadas, los tapabocas mientras se espera por la consumición, otros sobre las mesas, la conversación constante, las historias de café. Una pareja, dos amigos, tres y hasta cuatro. Se habla mucho del coronavirus, otros se van poniendo al día y algunos aprovechan el wifi del lugar para comunicarse con familiares en otros países.
El Marplatense se acercó a una de esas mesas y conversó con Claudio, quien destacó que "es importante para nosotros, por el contacto humanos, reunirse con amigos. Para los que desayunamos en los bares, que no somos pocos, es un paso importante".
Y agregó: "Con el protocolo, el tapaboca, cuatro personas como máximo por mesas y todo lo que quieran, pero por lo menos estamos acá. Volvemos un poco a la polémica en el bar".
Frente a él, un "tocayo", un amigo, también llamado Claudio. "Juntarse con los amigos es una costumbre bien argentina que hice toda mi vida, desde los 15 años", confiesa.
"El desayuno era en casa, sólo, muy bajón", dijo un tanto apesadumbrado, mientras sonríe al ver donde se encuentra este viernes. Al tiempo que reconoció que "reflexioné muchas de esas veces pensando en el mal momento de estos muchachos, sin trabajo, con mucha incertidumbre".
Y sobre los siete días en los que se extenderá la "prueba piloto", detalló que se deben "lavar las manos, usar barbijo, mantener distancia; vamos a aprovechar toda esta semana, respetando todo para que no la corten y que podamos seguir viniendo".
Una frase de un viejo cuento, grafica las sensaciones de aquellos que volvieron a la reunión de siempre: "El secreto, querida Alicia, es rodearte de personas que te hagan sonreír el corazón. Es entonces, sólo entonces que estarás en el País de las Maravillas".