Le pegó dos tiros en la cabeza, lo perdonó en el juicio y ahora se quiere casar con él
La historia Micheli Schlosser y Lisandro Rafael Posselt no para de generar controversia en Brasil. Luego de que ella lo perdonó y besó en el juicio que lo condenó por intentar asesinarla, ahora la chica contó uno de sus sueños: casarse con él … sí, con la misma persona que le pegó dos tiros en la cabeza.
"Intentaremos establecernos, tener nuestra casa y casarnos", contó la chica de 25 años al medio local Independente. Lejos está esa de ser la declaración que la llevó a estar en los principales medios del vecino país.
Es que días atrás, en el momento en el que Lisandro recibió una condena a siete años de prisión por intento de femicidio, la víctima pidió permiso en el tribunal para darle un abrazo al joven de 28 años. Aún inadvertidos de lo que ocurriría instantes después, quienes integraban el jurado accedieron a su solicitud.
Pero Micheli no solo lo abrazo. Lo beso, lo perdonó y fue más allá: “Yo lo provoqué”, dijo. “Nunca me había agredido, siempre fue muy bueno conmigo y ya pagó por su error”, completó.
La inusual escena marcó un punto de inflexión en el juicio y la sorpresa reinó en la sala. El mismo juez que presidía la sesión, João Francisco Goulart Borges, contó después lo que pensó al respecto: “Me sorprende que una mujer que recibió cinco disparos tenga este deseo de mantener una relación así. Es realmente sorprendente ”.
Además, el magistrado aclaró que el hecho de que el acusado estuviera detenido, anula la posibilidad de que Micheli haya actuado por una amenaza de Lisandro.
Pero entre el juicio y contar su deseo de casarse, ya Micheli había lanzado otra afirmación que causó revuelo: “De todos los hombres que tuve, fue uno de los mejores. No me puedo quejar, no es una mala persona. Me trató de la mejor manera posible, me llevó a todas partes. Fui una reina para él ”.
Cinco tiros
El 11 de agosto de 2019, en el centro de Venâncio Aires, la relación de un año y seis meses de Lisandro y Micheli dio un vuelco total.
Atardecía y la pareja quiso disfrutar junto a otros amigos de la puesta de sol mientras comían un helado. Sin embargo, la chica notó que su novio chateaba con otra mujer, se lo reclamó y lo amenazó: según los informes, ella confesó haberle dicho que haría una denuncia falsa por violación.
Alterado, Lisandro dejó el lugar en una moto. Momentos después regresó armado y dispuesto matar. Cuando Micheli lo vio corrió con sus amigos a un auto, pero él la siguió y le apuntó con un revólver de calibre 22. Con ella adentro del auto, el joven disparó a través de la ventana del coche. Le dio dos tiros en cabeza, dos en el brazo izquierdo y uno en la espalda.
Micheli sobrevivió. Fue atendida de urgencias en un hospital cercano. Las balas no habían perforado ningún órgano vital.