Las drogas sintéticas, el "boom" del contrabando en Mar del Plata
Mientras en los barrios vulnerables se comercializa cocaína “prácticamente en un 90%", el éxtasis y el tusi son tendencia en la clase alta. El fiscal especializado en estupefacientes, Leandro Favaro, cuenta la cruda realidad de las drogas en la ciudad.
Libertad Sur, Autódromo, Belgrano y Las Heras son los barrios “más complejos” en cuanto a venta y consumo de droga, de acuerdo a Leandro Favaro, a cargo de la Fiscalía de Instrucción y Juicio de Estupefacientes. En una entrevista con El Marplatense, el fiscal habló de las drogas que más circulan en la ciudad, la vinculación del consumo y la venta, con los homicidios y la problemática que le creó a las autoridades la venta por redes sociales.
Previo a un adentramiento en los pasamanos, tanto en barrios faltos de asfalto como en los famosos "afters" de gordas billeteras, Favaro trazó un panorama general de la venta y consumo de drogas: “Desde hace varias décadas que la demanda de estupefacientes en la ciudad y el país ha crecido exponencialmente". Apreciando el análisis del fallo Arriola, que “denota el tráfico y el consumo”, comentó que ambas cuestiones “responden estrictamente a las leyes de mercado; es decir, mientras más demanda, mayor oferta”.
En síntesis, reconoció que "así funciona y lo que vemos es que el tráfico y el consumo siguen creciendo, a pesar de que hay otras variantes, como la aparición de nuevas drogas y métodos de comercialización”.
DROGAS ELITISTAS, DE NOVIEMBRE A MARZO
-¿El consumo creció a partir de la cantidad de fiestas que hay en Mar del Plata?
-Sí, las drogas sintéticas tienen una relación directa con la época del año. La gran cantidad de secuestros de MDMA, éxtasis o tusi suelen darse en el período de noviembre a marzo, y por supuesto que está relacionado con la fiestas que se realizan en la ciudad. Y crece el consumo al igual que la oferta.
En este punto, aunque el fiscal reconoció que las drogas que más circulan en la ciudad son el éxtasis, o sea el MDMA -"que sería el cristal"-, y la cocaína rosa, por sobre las tradicionales -cocaína y marihuana-, antes explicó que dicha puntualización está hecha desde “lo que ingresa en la órbita del derecho penal” y sostuvo que “todo aquello que se relaciona con el consumo problemático debe ser abordado desde la esfera de la salud, y no desde la penal, ya que el castigo penal hacia los consumidores no ha generado más que daño en esas personas”.
No se trata únicamente de un aumento en el consumo de drogas y su variedad, sino que Favaro indicó que ven “una creciente importante en el uso de drogas sintéticas sobre el resto de las tradicionales”. Entre ellas, el tussi; “una mezcla de sintéticos que, además, contiene una gran cantidad de MDMA y también puede aparecer mezclado con ketamina".
Otro de los focos de peligro que apuntó es que, a través de los escáneres de la Policía, pudieron determinar que en reiteradas ocasiones los dealers venden una sustancia cuando es otra, ya que “el usuario se da cuenta de lo que compró una vez que lo consume”. Y no es un engaño más, considerando que los consumidores esperan ciertos efectos y ante su ausencia, si es una droga que tiene un efecto tardío, pueden ingerir más hasta producir una sobredosis.
En esa línea, recordó la tragedia de Time Warp, una fiesta electrónica en la que murieron cinco jóvenes en la Ciudad de Buenos Aires durante abril de 2016. Sin ingresar en profundidad en este caso, en un primer momento las autoridades sanitarias indicaron que las víctimas habían tomado éxtasis, cuyo principal componente es la metilendioximetanfetamina (MDMA), pero fuentes cercanas a la investigación sospechaban que en realidad habían ingerido pastillas que contenían alta concentración de la letal parametoximetanfetamina (PMMA).
Conocida como "falso éxtasis", la PMMA resulta ser letal, entre otras razones porque tarda más tiempo en hacer efecto, y la persona piensa que la carga de la droga no le alcanzó e ingiere más pastillas. Los toxicólogos dicen que esto incrementa el riesgo de hipertermia, intoxicación y muerte. Cuando llega el efecto que se estaba buscando, es tarde y se está en una sobredosis.
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REDES SOCIALES: DEALERS COMO FANTASMAS
En pandemia, la población se volcó a las redes sociales, frente a la imposibilidad de salir de sus hogares. Pero a la par del descubrimiento de otros métodos para facilitar tareas que solían realizarse manualmente y la aparición de nuevas aplicaciones, también creció la venta de drogas por Internet. Un punto ciego para las autoridades.
“A partir de la pandemia hubo un cambio en el tráfico, que está dado por la utilización de las redes sociales para su comercialización. Esto trae para el narcotraficante una gran cantidad de beneficios, entre ellos el abaratamiento de costos y la disminución de riesgos, debido a la dificultad del Estado para investigar este tipo de tráfico. Las redes sociales, como Telegram, Instagram o Whatsapp, son muy difíciles de interceptar, o casi imposibles", aseguró el titular de la Fiscalía de Estupefacientes.
BARRIOS VULNERABLES, COCAÍNA Y HOMICIDIOS
Para entender la realidad de los barrios de la ciudad en cuanto a la comercialización de drogas, hay que descartar a las drogas sintéticas de este sector y poner el foco en la venta de cocaína, “prácticamente en un 90%, ya que ni siquiera se comercializa la marihuana”. En ese aspecto, aclaró: “Esto trae emparejado una gran cantidad de hechos violentos, relacionados con problemas que se generan por pequeñas mexicaneadas o sucesos que generan intoxicaciones, y son los contextos donde se cometieron los últimos homicidios. Están más vinculados a eso que a disputas territoriales”.
De esta manera, expresó que los barrios “más complejos” en esta temática "son Libertad Sur, donde hubo varios homicidios, Belgrano y Autódromo, en los que si miramos los últimos dos años los homicidios que se generaron fueron por narcotráfico, y Las Heras también". No obstante, manifestó que no está vinculado al consumo en sí, sino a “lo que provoca la comercialización, los puntos de venta y la violencia que trae”.
Para darse una idea de a qué conflictos se hace alusión, Favaro trajo el ejemplo de un caso, cuando un hombre quiso comprar drogas con verduras en el barrio Autódromo, el vendedor no quiso y uno de ellos sacó un arma y asesinó al otro. “Son situaciones absurdas que solamente se pueden ver en contextos de mucha vulnerabilidad y consumo problemático. Esos son los homicidios que hay vinculados a la venta de estupefacientes”, afirmó.
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-¿Va a seguir esta corriente de crecimiento o se podrá combatir el narcotráfico?
-Es difícil trazar un pronóstico. Lo que tenemos que tratar es de mitigar el mayor efecto negativo en sociedad, es decir reducir y dar una respuesta rápida a la ciudadanía y a los vecinos que denuncian. Tenemos la obligación de reducir lo que más podamos la oferta y dar respuestas rápidas en conjunto con la Justicia Federal, y de la mejor manera posible para desbaratar las bandas que operan en los barrios.
Sin distinción alguna, el fiscal dejó en claro que el consumo de estupefacientes no entiende de clases sociales. Mientras quienes gozan de fiestas en el sur se inclinan por el éxtasis o el tusi, en los barrios más desprotegidos lo hacen por la cocaína. Para las fuerzas, la batalla es uniforme, pero la venta por redes sociales, la multiplicidad de tipos de drogas y su incesante consumo no dan el brazo a torcer. Un enemigo que ataca a propios y rivales.
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