Lima 2019: El fútbol también es dorado
Argentina le ganó 4-1 Honduras en el estadio Mayor de la Universidad de San Marcos (Lima) y se apoderó de la medalla dorada en el fútbol masculino de los Juegos Panamericanos 2019, un premio que no ganaba desde el 2003.
Los de Batista parecía que iban a liquidar el partido fácilmente a juzgar por gol tempranero que anotó Agustín Urzi. A los 7 minutos, el hombre de Banfield se aprovechó de una pésima salida desde el fondo de los hondureños, controló y sacó un remate rasante al palo del arquero.
Pero sobre el cierre del primer tiempo, Douglas Martínez sorprendió a todos y anotó un inesperado empate con el que Argentina se marcharía al vestuario.
Argentina tendría que convivir con una mala noticia en los primeros minutos del complemento: el autor del tanto que abrió el partido, Urzi, se lesionó el hombro y debió pedir el cambio. Se marchó de la cancha llorando.
Sin embargo, la aparición de los "europeos" fue clave para volver a poner en el frente al combinado nacional. Nicolás González, futbolista del Stuttgart, realizó una maniobra personal por el sector izquierdo a pura gambeta. Soltó atrás con el futbolista del Hellas Verona italiano Santiago Colombatto. Éste lo vio a Carlos Valenzuela, que controló y sacó un poderoso disparo al gol.
Allí controló la situación argentina y construyó un nuevo escenario: un saque largo del arquero Facundo Cambeses encontró desatento al equipo hondureño. Fausto Vera lanzó al vacío para González quien tiró un centro que, tras una pifia por duplicado de Adolfo Gaich y la defensa hondureña, cayó en Lucas Necul para el tercero de la noche.
Esa ráfaga continuó a los 20 minutos de la segunda parte con un tiro libre desde la izquierda de Valenzuela y un impecable cabezazo en el centro del área de Vera. El cuarto grito de la selección argentina.
Finalmente, Argentina se subió a lo más alto del podio del fútbol panamericano por séptima vez en su historia y se afianzó como el máximo ganador de este certamen por encima de México (4) y Brasil (4).
La última vez que había ganado la dorada en el fútbol masculino había sido en los Juegos de Santo Domingo 2003 en un plantel conformado por apellidos de la talla de Maximiliano López, Franco Cángele, Jonathan Bottinelli y el Malevo Ferreyra.
Cabe destacar que el combinado nacional llegó a Lima con muchos problemas para armar el plantel producto de la negativa de los clubes para ceder a sus futbolistas. A punto tal, que Fernando Batista no pudo citar a ningún mayor de 23 a pesar de que el reglamento contemplaba tres que excedieran esa edad.