Llegó clínicamente muerto a la Clínica del Niño: lo reanimaron, le colocaron un stent y se recupera en terapia
Ocurrió este mediodía en la institución ubicada en Colón entre San Luis y Mitre. El paciente, de 57 años, llegó con un infarto masivo de la arteria descendente anterior.
La situación fue angustiante. Un hombre de 57 llegó a la Clínica del Niño y la Familia en la caja de un utilitario, clínicamente muerto. Pero gracias a la rápida atención de los facultativos, pudieron reanimarlo y posteriormente operarlo. Le colocaron un stent y ahora se encuentra entubado en terapia, a la espera de recibir el alta lo más pronto posible.
Raúl Actis, director de la Clínica, vivió la situación en primera persona. “Escuché el griterío en la calle y salí a la vereda. Me encontré con ese cuadro dramático y ahí arrancó todo”, comentó emocionado en diálogo con El Marplatense: “Son circunstancias que a un médico lo emocionan. Y mucho más cuando es un equipo de salud”.
El hombre, que no tenía cobertura médica, fue trasladado por su familia hasta la clínica ubicada en avenida Colón entre San Luis y Mitre. “Estaba muerto, en paro”, comentó Actis. Inmediatamente se fueron acercando más médicos y se le hizo RCP, hasta que lograron ingresarlo a la guardia donde se hicieron tres intentos de desfibrilación. El panorama era tremendo: un infarto masivo de la arteria descendente anterior.
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Finalmente el hombre fue intervenido por el servicio de hemodinamia, que le reemplazó un estent que se había tapado. “Actuamos de una manera excelente. El paciente está bien, intubado en terapia. Esperamos que mañana lo puedan despertar y se pueda ir a su casa”, comentó el facultativo.
Sobre la situación que atravesó este paciente, Actis reconoció que “son pocos los pacientes que llegan a la puerta de una institución en paro y tienen la posibilidad de recuperarse. Pero con que sea uno en cine, ya con eso es suficiente”.
El director de la Clínica del Niño y la Familia se mostró “muy contento con toda nuestra gente, porque a estos pacientes no los salva una sola persona. Los salva un ejército de gente que sabe qué es lo que tiene que hacer y cómo actuar. Y tomar la decisión. Ha sido muy bueno, muy gratificante”.
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El médico quiso destacar especialmente el trabajo en equipo: “La práctica de esta posibilidad, el adiestramiento de todo el personal de salud que sistemáticamente se da en casi todas las instituciones. Es una obligación, todos deberíamos estar en condiciones de hacer un RCP. Y que cuando esto suceda, si está la gente y el momento adecuado, sirve para salvar una vida”.
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