Los Chicos del Europa: "El dueño desapareció, se lo tragó la tierra"
Los locales gastronómicos de la ciudad siguen en la mira del coronavirus. La pandemia y la consecuente cuarentena pegaron fuerte en materia económica en todos los sectores.
Afectó tanto que algunos debieron cerrar definitivamente; a pequeños y grandes, a nuevos y emblemáticos. Y uno de ellos es la reconocida parrilla de Luro y 20 de Septiembre, Los Chicos del Europa, que según sus trabajadores cerraron, desmantelaron el lugar y quedaron básicamente en la calle.
Uno de ellos, Alejandro Orellano, dialogó con El Marplatense y explicó la difícil y angustiante situación que atraviesan los ahora ex empleados. "Es muy desesperante, ya tocamos fondo y no sabemos dónde golpear puertas. La única ayuda que hemos tenido ha sido la de UTHGRA y ayer la gota que rebalsó el vaso fue escuchar a compañeros que tienen hambre y no tienen para comer, mientras que el dueño de la parrilla no da la cara", aseguró.
Asimismo, comentó que "desmantelaron todo el local y dicen que nos van a reincorporar, pero pasan los meses y nosotros no cobramos. Solo a algunos que están en blanco fueron inscriptos en el ATP. Esperamos un diálogo con el dueño".
Además, Orellano confirmó que "el último día que trabajamos fue el 17 de marzo, justo cuando se empezó a mover el tema de la pandemia. Cerraron las puertas y no tuvimos noticias de ningún tipo. A fines de abril recién tuvimos un llamado de la contadora de la razón social que nos pedía datos para inscribirnos en el ATP, y algunos fueron inscriptos y otros no, y los que están en negro no cobran nada. Después el dueño desapareció, se lo tragó la tierra".
Y agregó que "hasta salió diciendo que nos iban a reincorporar en la parrilla de Avellaneda y Olavarría y es mentira. Es muy triste ver a mis compañeros que tienen muchos años de antigüedad que están pasando la cuarentena con la panza vacía".
Respecto al dueño, Orellano resaltó que "esta persona no tiene cosas a su nombre, entonces vamos a seguir buscando puertas para golpear y sabemos que la gente de Mar del Plata es muy solidaria y nos va a ayudar. Decidimos no bajar los brazos y lo invitamos al dueño, Luis Alberto Espina, al diálogo para poder llegar a un arreglo".